Miles de argentinos marcharon el domingo 7 de agosto por Buenos Aires para reclamar trabajo al presidente Mauricio Macri frente a la Casa Rosada (casa de gobierno) en festividad de San Cayetano, considerado por la Iglesia católica el santo patrono del pan y del trabajo.
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© Sott.netLos argentinos le rezaron al santo equivocado
El domingo 7 de agosto cientos de miles de argentinos marcharon por las calles de la capital del país rumbo a la casa de gobierno para reclamar trabajo aprovechando las festividades de San Cayetano, santo patrono del pan y del trabajo, transformando lo que tradicionalmente se había había constituido durante los últimos años en una procesión de agradecimiento hacia los favores del santo por parte de los fieles, en una marcha de dolor y desesperación debido a las condiciones de emergencia social generadas por el nuevo gobierno.

La agenda de la peregrinación devenida en marcha social era concluir el recorrido en la Plaza de Mayo, y frente a la Casa Rosada reclamarle al presidente en funciones que recapacite sobre todas y cada una de las decisiones políticas que ha llevado a cabo los últimos 8 meses y considere centrar su accionar en el bienestar del pueblo y las necesidades de los más vulnerables.

Tras el evento parece emerger una única reflexión posible: los argentinos le rezaron al "santo" equivocado. Así que creo que este es un buen momento para hacer algunas consideraciones, y no sólo sobre lo acaecido en este particular evento, sino también sobre la naturaleza misma de la dinámica entre los pueblos y sus líderes.

Si el lector ha sido observador seguramente habrá notado que toda la actividad de las organizaciones sociales, políticas, sindicales (y las independientes también) se ha centrado en hacer recapacitar al presidente y su equipo de CEOs cool que forman su gabinete. Las marchas, los reclamos, las cartas enviadas a la presidencia, las exhortaciones desde distintos ámbitos sociales como por ejemplo la Iglesia,... todos y cada uno de estos actos han tenido la única intención de llamar a la reflexión a Mauricio Macri.

Pero al tomarnos el trabajo de observar la reacción del flamante gobierno argentino y combinándolo con nuestra propia experiencia y conocimiento en relación a gobiernos que provocan situaciones de miseria y pobreza en sus poblaciones, algunas preguntas inquietantes asaltan inmediatamente nuestros pensamientos: ¿Es verdaderamente posible lograr que un presidente de estas características recapacite? ¿Existe acaso alguna posibilidad de que Mauricio Macri entienda el reclamo y las necesidades primarias del pueblo y actúe en consecuencia? ¿Y qué pasaría si estuviéramos ante sujetos que se encuentran incapacitados para comprender el dolor humano y a los que esencialmente les importa un rábano lo que le ocurra al pueblo argentino?

Es hora de que los pueblos empiecen a hacerse esta pregunta sobre sus líderes. Los seres humanos (los que lo somos realmente o aspiramos a serlo), es decir quienes sí podemos sentir emociones y empatía, quienes podemos superar nuestras pulsiones animales, nuestros deseos egoístas, y nuestra incesante necesidad de servirnos a nosotros mismos a costa de todos los demás, solemos caer en una trampa tan común y ancestral que a veces nos hace cuestionar seriamente nuestra supuesta inteligencia superior como especie.

Como seres humanos tendemos a proyectar nuestros rasgos humanos en todos los seres que tienen aspecto humano. ¿Qué pasaría si entre todos los humanos que habitan el planeta hubiera un puñado de sujetos que lucieran como humanos pero no tuvieran las mismas características?... ¡No se sobresalte! No estoy hablando aquí de una invasión extraterrestre ni de un complot digno de la ciencia ficción hollywoodense, sino de una cuestión natural, de la posibilidad de que algunas "personas" tenga en común con nosotros algunos rasgos físicos pero carezcan de nuestras mismas habilidades emocionales.

De ser así es posible que estemos invirtiendo una enorme cantidad de energía en una misión imposible: la de hacer sentir o esperar emociones humanas de sujetos que jamás podrán sentirlas.

En SOTT hemos investigado durante años este fenómeno y lo hemos documentado hasta donde nuestras fuerzas nos lo han permitido. Todo el material publicado en nuestro sitio sobre psicopatía apunta a considerar como muy probable la existencia de esta suerte de raza o especie diferente mezclada entre los humanos; es como si la naturaleza hubiera creado una adaptación específica que le permitiera a un depredador imitar con cierta destreza a su presa para poder circular encubierto entre ellos sin ser detectado.

Ahora sigamos analizando esta posibilidad, pero antes de hacerlo el lector deberá cumplir con una tarea: desembarazarse de la percepción cinematográfica del fenómeno de la psicopatía. Un psicópata no es alguien que anda asesinando prostitutas o niños en serie. En todo caso ese es un tipo muy especial de psicópata al que se le saltó la chaveta por decirlo de algún modo. La mayoría de los psicópatas están adecuadamente integrados a la sociedad y no suelen ser asesinos seriales (no al menos en el sentido estricto del término, porque sí dejan un reguero interminable de dolor y sufrimiento a su paso).

La bibliografía sobre psicopatía destaca ciertos rasgos característicos en estos sujetos. Entre ellos algunos de los más destacados son (piense en su presidente o el líder de su país cuando lea cada uno de ellos y suponga que pasaría si poseyera todas o algunas de estas "virtudes"):
  1. Son personas muy egocéntricas, a quienes no les importan los demás ni les interesan las reglas sociales.
  2. Su capacidad de empatía es nula, porque no muestran emociones y más bien buscan imponer sus deseos y necesidades. Además rara vez sienten remordimientos, culpa, o temor por las consecuencias de sus actos.
  3. Se irritan con facilidad, son mentirosos y algunos de ellos hasta carismáticos, lo que usan para controlar y dominar a otras personas.
  4. Tienen una percepción distorsionada de la moralidad y suelen creer que la violencia puede llegar a estar plenamente justificada.
Como verá yo sí voy a hacer mis deberes, así que como experimento voy a extrapolar estas características al presidente Mauricio Macri:

1. Son personas muy egocéntricas, a quienes no les importan los demás ni les interesan las reglas sociales.
A principios de mayo, tras una ola de despidos que ya sumaban entonces 140.000 empleados, y días después de una protesta multitudinaria de los sindicatos argentinos contra las agresivas reformas del Estado, el presidente declaró con vehemencia y arrogancia: "¡Yo tengo mi propia forma de hacer política!". Llevaba 4 meses de gobierno, ya habían generado 1.5 millones de nuevos pobres, y no sólo no se le movía un pelo tras los reclamos, sino que se mostró con una soberbia desorbitante. A partir de entonces la crisis no se ha mitigado, por el contrario la aplicación de los tarifazos en los servicios públicos donde hubo subas que oscilaron entre el 400%-2000% y de varias medidas tendientes a favorecer a exclusivamente a los grandes empresarios, los pesares del pueblo han ido en vertiginoso aumento. Este es el proceder habitual de sujetos para los que no existe otra realidad que la propia y que tienen nulo interés en el bienestar de los demás.
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© Sott.netLas preocupaciones del presidente...
2. Su capacidad de empatía es nula, porque no muestran emociones y más bien buscan imponer sus deseos y necesidades. Además rara vez sienten remordimientos, culpa, o temor por las consecuencias de sus actos.
Yolanda Mercedes era una trabajadora auxiliar de educación que sufrió un infarto fatal al enterarse que sólo había cobrado 40 pesos (menos de 3 dólares) con su salario de marzo. Yolanda no había adherido a la retención de servicios (algo similar a una huelga pero asistiendo al trabajo y cumpliendo las horas de la jornada laboral) que su gremio había llevado adelante y a pesar de ello la gobernadora de la provincia igual le había aplicado una quita de 6.000 pesos en su salario, casi su sueldo completo. Al comprobar la mujer de 60 años que el mes en cuestión no cobraría sueldo alguno sufrió una descompensación cardíaca y falleció.

En el mes de abril durante una conferencia de prensa del presidente, luego de que el caso fuera difundido por todos los medios provocando reacciones de airado enojo y profunda tristeza, un periodista interrogó al mandatario manifestandole: "Los trabajadores han sufrido recortes muy altos de su sueldo e incluso está el caso de una portera de Mar del Plata que murió luego de conocer que sólo tenía 40 pesos para cobrar este mes...". Sin siquiera lamentar el fallecimiento de la trabajadora, Mauricio Macri respondió: "Te lo debo porque no estoy en tema, es un tema de la provincia de Buenos Aires".

Vea el video:


La gobernadora de la provincia de Buenos Aires María Eugenia Vidal, miembro de élite del equipo del presidente, fue denunciada penalmente por este caso pero al parecer el presidente no sabía de qué se trataba.
4. Se irritan con facilidad, son mentirosos, y algunos de ellos hasta carismáticos, lo que usan para controlar y dominar a otras personas.
En conferencia de prensa durante los primeros meses de gobierno y sin hacer siquiera una mención a las masivas movilizaciones del mes de abril en respuesta a los despidos masivos, el Presidente alegó sin inmutarse que todos los despedidos en el país se trataban de personas que no cumplían con sus funciones.

Este es un "digno" comportamiento psicopático: mentir descaradamente. Claramente esto no era así, habían despedido de dependencias del estado a empleados que llevaban 10, 15, y hasta 20 años trabajando allí con una foja impecable de servicios. Miles de testimonios y denuncias se hicieron entonces, investigue por su cuenta si usted considera que tiene una mente abierta y curiosa. También habían despedido de hospitales a personal de maestranza y enfermeras (una de ellas embarazada lo cual no puede hacerse según las leyes argentinas) que estaban hace años en sus puestos y hacían su trabajo dignamente.

Respecto a su inclinación a la violencia sólo basta recordar que hace poco más de un mes en la redacción del diario Tiempo Argentino (diario opositor por cierto) un grupo de encapuchados entró, echó y golpeó a los empleados que estaban allí y, además, destruyó las herramientas de trabajo de los periodistas, todo frente a la mirada de la Policía Federal que se mantuvo pasiva. Cuando el Presidente fue interrogado al respecto justificó la agresión a la sede del periódico y respondió en una clara referencia a los trabajadores del diario "nadie tiene derecho a usurpar lo que no es de uno". Sí, como lo oyó, Mauricio Macri en lugar de condenar que unos encapuchados cometan semejante acto de violencia, disparó todos los cañones contra los trabajadores que tuvieron que conformar a finales del año pasado una cooperativa para poder subsistir luego de estar en un limbo propietario por la presunta venta del medio en una transacción cuanto menos muy cuestionable.

Respecto al carisma con que cuentan algunas personas con rasgos psicopáticos sólo puede decirle una cosa, este no es el caso de Mauricio Macri: cuando habla es cómo escuchar al menú telefónico de un call center, y cuando sonríe (o al menos eso intenta) o quiere mostrarse gracioso es tan artificial que parece una mala imitación del Guason.
5. Tienen una percepción distorsionada de la moralidad y de lo que es correcto. También suelen creen que la violencia puede llegar a estar plenamente justificada.
En la misma conferencia antes mencionada el presidente Macri aclaró en referencia a los cientos de miles de despidos: "Acá no hay un problema de ola de despidos masivos. Necesitamos crear empleos de calidad y eso se crea en un proceso de inversión".

La negación cínica de una realidad evidente y el uso de paralogismos (como por ejemplo "las inversiones crearán empleos de calidad") son rasgos distintivos de un sujeto con comportamiento psicopático. Los paralogismos son sin duda una de las armas más efectivas de este tipo de sujetos. Enunciar falsedades con aspecto de verdad es una forma efectiva de mantener sosegadas a las masas distraídas o alienadas.

En la anterior declaración puede verse un ejemplo de razonamiento paralógico: "Necesitamos crear empleos de calidad y eso se crea en un proceso de inversión". Quienes no cuestionan la autoridad de Macri, es decir sus seguidores autoritarios, pensarán "es lógico, pronto lloverán inversiones extranjeras y se crearán cientos de empresas nuevas y eso provocará a su vez la generación de millones de puestos de trabajo". Claro que esta lógica adolece de un par de cosillas esenciales: información real y premisas que al menos se acerquen a la verdad. En primer lugar las famosas inversiones no han llegado a pesar de las expectativas del gobierno... de hecho no parece que vayan a llegar. Segundo, cuando entran las grandes empresas a un país (caso Walmart o McDonalds) suelen dar empleos de muy bajos salarios y someter a los trabajadores a condiciones poco menos que miserables. Finalmente, el término "trabajo de calidad" es vacío y no tiene un significado definido. ¿Qué diablos significa "trabajo de calidad"? ¿Acaso todos los trabajadores serán gerentes o profesionales?... ¿Qué hay con trabajos dignos como los oficios, o estibador portuario, o cajero de un banco, o personal de limpieza, o administrativo en una empresa, ... ? ¿Estos no son "trabajos de calidad"?... Estos son los trabajos que está perdiendo la gente; las personas sencillamente quieren trabajar y quieren poder alimentar a sus familias... pero Mauricio Macri es incapaz de comprender las necesidades humanas.
La nación argentina está siendo cooptada por una banda de delincuentes sin sentimientos que van a llegar hasta donde el pueblo se los permita. Quizá haya llegado el momento de comprender que no hay forma de razonar con estos sujetos, que nunca van a entender o nunca les va a importar el dolor y la miseria que acarrean sus acciones. Quizá sea el momento de exigir nuestros derechos por todos los medios legales e institucionales disponibles sin esperar nada de ellos, y aguardar el próximo escenario eleccionario para despojarlos de poder y garantizar que ya nunca más vuelvan a hacer daño.

Para finalizar sólo le recordaré las lapidarias palabras del doctor Marietan, psiquiatra y experto en psicopatía, en referencia a cómo se comportan los psicópatas en el poder:
El político psicópata no se adapta a la tranquilidad. Él necesita la crisis. Las sociedades lideradas por políticos de estas características viven de crisis en crisis. Necesita desestabilizar siempre las cosas. Necesita fabricar crisis.
¿Alcanza a comprender ahora por qué está como está el pueblo argentino?... ¿Se imagina cómo estará en el futuro?