Hoy en día nos encontramos inmersos en la revolución de las Neurociencias, un periodo de progreso marcado por la continua aparición de descubrimientos científicos sobre nuestro cerebro y sobre su funcionamiento. Se han combinado las Neurociencias con campos como la economía, el marketing y la educación, naciendo así, la Neuroeconomía, el Neuromarketing y la Neuroeducación, respectivamente. Pero también las Neurociencias se pueden aplicar a la Psicoterapia.

emdr terapia
Como alternativa a las corrientes psicoterapéuticas tradicionales como el Psicoanálisis, el Conductismos, el Cognitvismo o la Psicología Humanista, ahora se ha formado un nuevo cuerpo de terapias. Estas reciben el nombre de Terapias Neurocientíficas o de reprocesamiento y están orientadas a trabajar con trastornos psicológicos como las depresiones, las fobias, los trastornos de ansiedad, los trastornos sexuales y el insomnio, por poner algunos ejemplos.

Una de las Terapias Neurocientíficas o de reprocesamiento más conocidas es el EMDR (Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares).

A diferencia de las terapias convencionales, que utilizan principalmente el diálogo entre el psicólogo y el paciente, con estas metodologías no se hace un uso predominante del lenguaje, sino que se utilizan una serie de técnicas específicas. Cuando trabajamos con el diálogo terapéutico, influimos principalmente en la zona del Isocórtex (área relacionada con los procesos mentales conscientes) pero cuando trabajamos con estas otras técnicas activamos zonas del Allocórtex (áreas más relacionadas con procesos emocionales y corporales).

El EMDR es, dentro de las Terapias Neurocientíficas o de reprocesamiento, la más reconocida y extendida. Está aceptada por la OMS (Organización Mundial para la Salud) como una terapia de uso preferente ante eventos traumáticos como por ejemplo: catástrofes naturales, conflictos bélicos o atentados terroristas. Además, se utiliza en diferentes hospitales de España como en el Hospital Clínico de Barcelona, en la Unidad de Agresiones Sexuales.

Esta terapia emula los movimientos de la fase REM. Cada noche cuando dormimos pasamos por una fase de sueño profundo donde movemos los ojos de manera muy rápida. Con esta metodología, el terapeuta pide al paciente que siga sus dedos, en horizontal, mientras piensa en el recuerdo o la escena perturbadora. Esto ayuda a que su organismo se relaje, que el estímulo pierda intensidad, y que el recuerdo pueda "conectarse" con una nueva información o con otros recuerdos más positivos (reconsolidación).

Sus bases de funcionamiento están fundamentadas en los descubrimientos iniciales de su creadora, la Dra. Francine Shapiro. Esta autora creó la "Teoría del procesamiento de la información", la cual permite comprender como se instauran los traumas o las experiencias perturbadoras y como se pueden superar (además de otros conceptos como la formación de algunos rasgos de la personalidad).

Según Shapiro, los recuerdos se almacenan asociándose entre sí, de tal manera que nuestras vivencias del pasado pueden estar condicionando situaciones del presente. Por lo que cuando alguien sufre de trastornos psicológicos, dificultades o bloqueos en el presente, es muy probable que disponga de una red de recuerdos o de información que le predisponga a sentir o a experimentar en la actualidad estas perturbaciones. Por ejemplo, las fobias podrían ser explicadas por una serie de experiencias del pasado que han generado un aprendizaje y que en el presente influyen de manera, que la persona siente temores o ansiedad ante distintos estímulos o situaciones.

La autora añade que estos recuerdos almacenados son accesibles y que para poder superar situaciones del presente se hace necesario liberar las perturbaciones encapsuladas en estos episodios de antaño. De aquí el trabajo con los movimientos oculares rápidos. Existen diversos estudios que demuestran cómo estos movimientos facilitan que la amígdala se desestrese. De esta manera se obtienen dos beneficios, se desensibiliza la experiencia dolorosa a través de la exposición mental, es decir que se reduce el nivel de intensidad de la emoción y además se reprocesa, lo que significa que se generan nuevas conexiones sinápticas, más adaptativas.

Según esta teoría, la memoria funciona como una red, conectando diversos elementos entre sí, como podrían ser imágenes, sonidos, sensaciones corporales, emociones... Aprendemos a través de estas nuevas asociaciones, pero también podemos desaprender creando nuevas asociaciones. Este sería el efecto que se pretende obtener con el reprocesamiento, ya que por ejemplo, en una red de recuerdos dolorosos, la persona podría conectar con recuerdos positivos, y así llegar a crear nuevas conexiones donde pueda acceder a recursos y a emociones positivas.

Normalmente en el caso de los traumas suele haber una falta de información, y además se asocian emociones negativas a esos episodios. Con el EMDR, no podemos cambiar el pasado, pero según este paradigma, sí que es posible liberarlo, al permitir que la persona sienta que la intensidad de la emoción (como puede ser la tristeza, el miedo o la rabia), disminuye. Y a su vez, que la persona pueda acceder a una nueva red de recuerdos positivos, que le permita poder sentirse más empoderado/a, valiente, seguro/a, por poner algunos ejemplos.

La Terapias Neurocientíficas o de reprocesamiento nos muestran una plena fusión entre las Neurociencias y la psicoterapia. Estamos en el período de crecimiento de un nuevo tipo de metodologías, las cuales, están al servicio de las personas y de la sociedad.