Una nueva investigación ha comprobado que años de bilingüismo transforman la manera en que el cerebro consigue realizar tareas relacionadas con la concentración: no sólo utiliza menos recursos neuronales, sino que además evita las zonas cerebrales sensibles al envejecimiento.
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© Geralt
Años de bilingüismo transforman la manera en que el cerebro realiza algunas tareas: no sólo utiliza menos recursos neuronales, sino que además evita las zonas cerebrales sensibles al envejecimiento, según un estudio publicado en la revista Journal of Neurolinguistics del que informa la Universidad de Montreal en un comunicado.

El equipo de Ana Inés Ansaldo, investigadora del Instituto Universitario de Geriatría de Montreal y profesora de la citada Universidad, ha comparado las conexiones funcionales del cerebro en personas mayores que eran mono lingüistas y bilingües.

Los investigadores pidieron a los participantes concentrarse en una información visual (por ejemplo el color de un objeto) e ignorar a la vez una información espacial (dónde estaba ubicado el objeto).

De esta forma descubrieron que los participantes monolingües utilizaban un circuito neuronal más extenso y rico en conexiones para hacer el ejercicio de concentración, mientras que los bilingües usaban un circuito más limitado, pero más apropiado al tipo de concentración requerido.

Es decir, el cerebro monolingüe usaba un conjunto de regiones cerebrales vinculadas al tratamiento visual de la información, situadas en los lóbulos frontales.

Más eficientes

Los participantes bilingües actuaban de otra forma, explica Ansaldo: "gracias a años de prácticas cotidianas de gestión de la interferencia entre dos lenguas, los bilingües se han convertido en expertos en la selección de informaciones pertinentes y en la inhibición de las que podrían distraerles de su objetivo. El cerebro bilingüe privilegia la utilización de la zona de tratamiento visual situada en la parte posterior del cerebro. Esta zona es experta en la detección de características visuales de los objetos, y por tanto experta en la tarea del experimento. Estos datos señalan que el cerebro multilingüe es más eficiente porque utiliza menos regiones cerebrales, centrándose únicamente en las regiones especializadas (que ha desarrollado gracias al bilingüismo).

En consecuencia, las personas bilingües poseen dos ventajas: por un lado, ahorran recursos cerebrales para realizar determinadas tareas y por otro lado, consiguen el mismo resultado que las personas multilingües pero sin utilizar las regiones frontales del cerebro, que son sensibles al envejecimiento. Esta constatación podría explicar por qué la aparición de síntomas de envejecimiento cognitivo o de demencia, se retrasa en las personas bilingües, según los investigadores.

Hemos constatado, explica Ansaldo, que "el bilingüismo influencia concretamente el funcionamiento del cerebro y que eso podría tener un impacto positivo sobre el envejecimiento. Ahora será necesario averiguar de qué forma este funcionamiento se refleja en la vida cotidiana, cuando por ejemplo hay que concentrarse en una información en vez de otra, algo frecuente en la vida cotidiana. Todavía no hemos terminado de descubrir todas las ventajas del bilingüismo", sentencia.