Las fuertes lluvias ocasionadas por corrientes marítimas cálidas provenientes del norte de Perú han llevado al colapso a la capital del país, que en apenas seis horas registró un tercio de las lluvias que caen allí en un año.

Así lo explicó en diálogo con el programa 'En Órbita' de Sputnik Nelson Quispe, subdirector de previsión del Servicio Meteorológico de Perú. El especialista indicó que la capital peruana, con sus 10 millones de habitantes, "es la segunda ciudad desértica más poblada del mundo" detrás de El Cairo.
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© REUTERS/ Mariana Bazo

"Aquí la lluvia es muy escasa: solamente acumula alrededor de 15 milímetros o 15 litros de agua en un área de un metro cuadrado al año. Hace cuatro días hemos tenido una lluvia de 4 o 5 milímetros en seis horas, pequeñísima comparativamente a lo que sucede en otros países. Sería la tercera parte de lo que llueve en un año", expresó el meteorólogo.

Las lluvias se producen también en zonas "ligeramente más pegadas a la cordillera [de los Andes]", un área también muy seca. En ese sector, las precipitaciones diarias "acumulan entre 20 y 25 milímetros" de agua, que afectan rápidamente a las quebradas entre las montañas.

Al ser los suelos de la región "sueltos", las aguas bajan de las montañas con fuerza y arrastran lodo y rocas. Estos "deslizamientos" van a las partes más bajas e inundan poblados, explicó Quispe.

En Lima, esto repercutió en el aumento del caudal del río Rímac, el más importante de los que atraviesan la ciudad. El caudal imposibilitó el funcionamiento de las potabilizadoras de agua, situación que de a poco se va normalizando luego de tres días sin operar.

La situación de crisis en la capital no tiene una resolución inminente, ya "que se espera que mantenga las lluvias" en lo que queda del mes de marzo e inicios de abril.
"Estamos esperando que hasta finales de marzo el pico máximo de lluvias vaya a disminuir un poco, pero el agua de mar todavía sigue caliente, no se enfría de un día para otro sino que demora", explicó Quispe.
"Luego va a ir en disminución. Todo esto está directamente asociado al calentamiento del agua del mar que viene desde el extremo norte de Perú y Ecuador. Es una situación de anomalía, temperaturas que están alrededor de cinco o seis grados por encima de lo normal", explicó el experto.

La situación es peor en algunas poblaciones donde el agua alcanza un metro de altura. Debido a las lluvias, han muerto 70 personas, 200 resultaron heridas y 20 permanecen desaparecidas. Los deslaves han llevado consigo desde la primera quincena de enero unas 6.500 viviendas y 117 puentes. También provocaron el corte de numerosas rutas a lo largo de todo el país.

En las zonas más al norte del país, "las lluvias son mucho más drásticas", con acumulados de agua récord hasta el momento. "Estos picos máximos son exacerbados", acotó el especialista. Las precipitaciones intensas hacen que la superficie del suelo no soporte el agua y la "acumule como una piscina", comentó el entrevistado.