"El kirchnerismo dejó al país en ruinas", "12 años de corrupción dejaron a la Argentina en bancarota"... Estas son las típicas afirmaciones del actual gobierno argentino cuando tienen que explicar por qué el país en sólo un año con Cambiemos en el poder devaluó su moneda un 60%, la tasa de desempleo creció más de 3 puntos, cierran todos los días empresas y fábricas, y la pobreza crece a paso acelerado.macri rampo© Sott.net
Literalmente "COMBATIR" la pobreza...
El pueblo reclama trabajo y oportunidades, que el Estado invierta en salud, educación, infraestructura, que favorezca la industria nacional, que se convierta en un facilitador para que las pymes puedan crecer y así generar más empleo,... en fin, que garantice estabilidad y condiciones dignas de vida.

¿Y cómo responde el benemérito señor presidente? Diciendo que NO a cada pedido, al mismo tiempo que enriqueciéndose él, su familia, allegados, y "socios" a través de prácticas de gobierno a todas luces fraudulentas y corruptas. Pero no conforme con esto decide gastar una fortuna en la compra de armamento pesado de guerra; 2.000 millones de dólares para armar a un país que no libra ninguna guerra, y que tiene un 35% de pobres y más de un 6% de indigentes.

La compra multimillonaria sale a la luz - inoportunamente para el gobierno - justo cuando el país atraviesa por una crisis recesiva mayúscula, y el pueblo tiene que escuchar resignado a Macri y a sus secuaces afirmar que el Estado no cuenta con dinero para pactar un salario decente con los docentes o para aumentarle lo suficiente su mensualidad a los jubilados como para compensar la brutal inflación que sufrió Argentina en el último año. A esto se le debe sumar el paro nacional programado para el 6 de abril en franca protesta a las catastróficas medidas económicas tomadas por el gobierno a lo largo de sus 15 meses de ejercicio (devaluación de la moneda, aumento sideral de las tarifas de servicios, apertura de importaciones indiscriminada, miles y miles de despidos de empleados públicos,...y un largo etc).

Es necesario considerar y entender que Argentina no es un país que esté en guerra ni que parezca que vaya a estarlo pronto. La única disputa territorial que podría eventualmente desatar un conflicto bélico sería la de las Islas Malvinas, pero ya hemos visto que si fuera por Mauricio Macri se las regalaría a Inglaterra sin pensarlo dos veces; de hecho a través de sus diplomáticos Argentina ha mostrado bajo el liderazgo del acaudalado presidente un nivel de "lamebotez" alarmante, prácticamente concediendo poder absoluto al Reino Unido sobre las islas y claudicando cualquier derecho argentino sobre ese territorio del modo más humillante que pudiéramos imaginar.

También el lector debería tener en cuenta que la solicitud argentina de armamento pesado de guerra a EE.UU. fue realizada en junio del 2016, casualmente 3 meses después de la visita del entonces primer mandatario estadounidense, Barack Obama. No es descabellado en absoluto imaginar que en aquel entonces ambos presidentes acordaron esta compra.

Por parte de Obama, como buen emisario del Estado Profundo norteamericano - dueño del complejo Industrial-Militar de ese país - se habrá ganado una buena comisión por la "venta"; por parte del presidente argentino, posiblemente en su diminuto cerebro debe haber cabido la posibilidad de que en este acto bochornoso y degradante de sumisión vasallezca podría existir algún potencial para alguna eventual ventaja o beneficio.

En definitiva esta nueva humillación es una muestra más de la vocación cipayezca de Mauricio Macri. También parece estar cada vez más claro a estas alturas a quién representa este infame personaje: a la oligarquía local y a los intereses corporativos extranjeros... ¿Y el pueblo argentino?... Obviamente para Mauricio Macri el pueblo es un concepto vacío despojado de cualquier conexión con lo humano, con personas reales que sufren, que tienen hambre, que necesitan y merecen que se los respete.

Día tras día, acto tras acto, palabra tras palabra, el presidente deja traslucir cada vez más una verdad inquietante y aterradora: él carece de emociones humanas, carece de rasgos humanos esenciales que le permitan ver el mundo desde la perspectiva de otros, y por sobre todas las cosas, parece incapaz de sentir culpa por el dolor, la miseria, y el sufrimiento que causa.

A pesar de la situación en extremo alarmante por la que pasa el país parecería que por ahora el gobierno podrá seguir utilizando "la corrupción kirchnerista" como argumento para justificar su accionar. Todavía hay ciudadanos que creen ciegamente que el gobierno liderado por este oscuro empresario multimillonario, en algún momento va a traer prosperidad a un país que, según ellos, está aún bajo los efectos nocivos de la pésima administración lo precedió.

Es más, muchos ya no apoyan a Mauricio Macri o ya no creen en él, pero aún así el trabajo de condicionamiento a través de la propaganda mediática ha sido tan poderoso y efectivo, que están convencidos de que nada puede ser peor que los supuestos 12 años de infierno que se vivieron previamente.

Más allá del estado actual de la situación en Argentina, me pregunto qué va a pasar cuando el recuerdo del gobierno anterior se empiece a desdibujar en la memoria del pueblo y la ridícula excusa ensayada ad nauseam de culpar a sus predecesores ya no dé más el resultado deseado.

Todo parecería indicar que Mauricio Macri se dirige hacia esa encrucijada. Día tras día, desde el minuto cero de su gobierno, el presidente y sus esbirros han llevado a cabo sistemáticamente políticas que no han hecho más que empobrecer al pueblo argentino, debilitar a la clase trabajadora, aumentar la tensión social, y como perverso corolario a esta alarmante situación, enriquecer copiosamente a los más acaudalados del país.

¿Hasta cuándo seguirá siendo útil culpar a "los anteriores"?... Quien sabe, esto dependerá de la capacidad de reacción del pueblo argentino y de su habilidad para superar los nefastos efectos de una propaganda sistemáticamente diseñada para hacerle creer que TODO estaba mal, que el país estaba sumido en la peor corrupción de su historia, y que, por sobre todas las cosas, un oscuro personaje con prontuario criminal podría ser su mesías salvador.