En 2016, el multimillonario George Soros pronosticó que, en 2017, el Gobierno de Rusia debería afrontar la bancarrota a causa de las sanciones y la necesidad de pagar una considerable parte de su deuda externa.
No obstante, los mercados financieros parecen ignorar la 'alerta roja' en la economía rusa. Hasta fin de año quedan solo 24 días, escribe el bloguero ruso Iván Danílov en un artículo para Sputnik.
Los bonos rusos -instrumentos financieros de deuda-
gozan de buena demanda a pesar de los riesgos propiciados por las sanciones, mientras que el tipo de cambio del rublo no da señales de que se avecine la bancarrota del Gobierno de Rusia, señala Danílov.
Otro indicador que muestra que la profecía de Soros no se cumplirá en 2017 es el precio de la permuta de incumplimiento crediticio, que representa un tipo de derivado financiero que
asegura contra el riesgo de bancarrota, prosigue el autor.
Actualmente, el valor de la permuta de incumplimiento crediticio de Rusia es considerablemente bajo. Se sitúa en los 130 puntos básicos y es peor que el valor de la permuta de incumplimiento crediticio de Italia y mejor que el de Brasil.
"Este índice no se corresponde con la profecía de Soros", opina Danílov, a la vez que recalca que el magnate se equivocó a la hora de valorar las perspectivas de futuro de Rusia y lo hizo al menos en tres ocasiones.
Primer errorEste es un error que podría considerarse clásico, según el bloguero. Soros subestimó al Ejército ruso. Su análisis no incluía ni la más remota posibilidad de que Rusia no quedase empantanada en Siria. La crisis siria se convirtió en una fuente de ingresos adicional para Rusia debido al éxito de su operación militar lanzada en este país árabe.
"Sin evidentes victorias en Siria sería imposible convencer a los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de que hay que cooperar con el Kremlin incluso si la Casa Blanca está completamente en contra de dicha cooperación", asegura.
El bloguero opina que la principal causa del actual crecimiento de los precios del crudo se debe más a la correcta y eficaz aplicación de la fuerza en el conflicto sirio que a la
labor diplomática, que, según el autor, no es menos importante.
Segundo errorLa segunda equivocación de Soros consiste en que el multimillonario menospreció la economía rusa y a la élite gobernante, en opinión de Danílov.
"Su escenario suponía que las autoridades rusas deberían cometer una serie de graves errores en su política monetaria y presupuestaria".
Además, Soros pensaba que se podría aislar a Rusia o esta quedaría aislada por sí misma del mercado financiero mundial. Esto no ha ocurrido. Las reservas de oro y divisas del país han crecido tras la publicación del pronóstico del magnate, mientras que la demanda de bonos ha aumentado.
"El mercado ruso no quedó aislado. Al revés,
se hizo más atractivo y no solo para los amantes de los activos financieros", recalca Danílov.
A este respecto, menciona la construcción de la nueva fábrica por parte de la empresa Mercedes en la provincia de Moscú y el deseo de la compañía Volkswagen de comprar las acciones del consorcio GAZ.
Todo eso, según el autor, apunta a que el negocio europeo cree en las perspectivas de la economía rusa y
espera que esta crezca y no colapse.Tercer errorEl último fallo de Soros es el más importante, ya que refleja la esencia de la incomprensión colectiva de Occidente hacia la enigmática alma rusa, considera Danílov.
Según el magnate, la popularidad de Putin se basa en el contrato social, que requiere de las autoridades rusas para preservar la estabilidad financiera y asegurar el crecimiento permanente del bienestar.
Soros pensaba que las sanciones occidentales y el colapso de los precios de petróleo obstaculizarían el cumplimiento de estas funciones.Danílov destaca que el contrato social concluido entre el pueblo ruso y el presidente de Rusia incluye de forma tácita parámetros económicos, pero estos no son su componente más importante.
"La principal función de las autoridades rusas es proteger los intereses nacionales del país y su dignidad de las amenazas exteriores e intrusiones realizadas por fuerzas de las que el señor Soros forma parte. Durante las últimas décadas, la sociedad rusa ha llegado a la conclusión de que el pueblo que vende su dignidad a cambio de jamón se queda inevitablemente sin jamón y sin dignidad", concluye.
Comentario: Soros ha tenido en la mira a Rusia desde que comenzó la presidencia de Putin, que fue marcada por políticas proteccionistas y desarrollo interno constante. Antes de la presidencia de Putin, la administración de Yeltsin le abrió las puertas de Rusia de par en par a corporaciones extranjeras que saquearon el país, y fomentó el enriquecimiento de oligarcas. Como ya bien sabemos, estas medidas están en línea con la agenda de globalistas extremos como el Sr. Soros.
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¿Es Putin el malo de la película?Desde entonces, Soros ha buscado la manera de boicotear el desarrollo y la influencia global de Rusia, ya que representa una alternativa viable a la unipolaridad del globalismo extremo. Ahora, es curioso ver cómo el complot contra Rusia ha tenido un resultado opuesto a sus intereses.
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"Soros ve a Rusia como la 'ballena blanca' que lleva intentando cazar durante casi una década"En el caso de la
Open Socierty Foundations de Soros en Rusia, fue interesante ver cómo la administración de Putin tomó la medida preventiva de cerrar sus sucursales en el país. Este tipo de ONG funcionan como centros de presión y desestabilización para gobiernos no alineados. Al parecer, Rusia está un paso más adelantado que sus detractores.
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Sentido común - Rusia declara indeseables a dos ONG del magnate George SorosNo se puede negar que las sanciones occidentales tuvieron un impacto negativo en el crecimiento económico del país eslavo, pero las medidas de desarrollo interno, así como la apertura y cooperación, han ayudado a impulsar un crecimiento económico moderado. Dadas las circunstancias, éste es un logro monumental para el gobierno de Putin.
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La contundente respuesta rusa a las sanciones occidentales: China
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En el caso de la Open Socierty Foundations de Soros en Rusia, fue interesante ver cómo la administración de Putin tomó la medida preventiva de cerrar sus sucursales en el país. Este tipo de ONG funcionan como centros de presión y desestabilización para gobiernos no alineados. Al parecer, Rusia está un paso más adelantado que sus detractores.
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No se puede negar que las sanciones occidentales tuvieron un impacto negativo en el crecimiento económico del país eslavo, pero las medidas de desarrollo interno, así como la apertura y cooperación, han ayudado a impulsar un crecimiento económico moderado. Dadas las circunstancias, éste es un logro monumental para el gobierno de Putin.
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