Anoche mientras revisaba las noticias antes de ir a dormir, me topé con una nota interesante en RT en la que se habla de la opinión de un ex especialista de la armada estadounidense sobre la tragedia del ARA San Juan.

Mucho se ha dicho acerca de este evento. Hemos escuchado hablar de causas que van desde la incompetencia y los equipos defectuosos o faltos de mantenimiento, hasta teorías que consideran que pudo haber existido sabotaje por parte de facciones ya sea dentro o fuera de Argentina.
ara san juan
© Marcos Brindicci / Reuters

Sin embargo, la opinión del especialista, llamado Bruce Rule, me llamó la atención porque hace alusión a un fenómeno que va más allá de posibles errores humanos:
[...] describe un evento fulminante que habría podido acabar con la tripulación de forma instantánea.

Con base en los datos divulgados por la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares -el organismo que detectó una anomalía hidroacústica- el que fuera experto de la Armada estadounidense Bruce Rule determinó que la implosión del submarino liberó una cantidad de energía superior al estallido de 5,5 toneladas de dinamita.

El experto indicó a través de un foro que "la totalidad del casco interior fue completamente destruida en aproximadamente 40 milisegundos"[...]
Más allá de ser un escenario terrorífico, y de que la teoría de Rule se centre en las consecuencias de la implosión misma, surge la siguiente pregunta: Dada la profundidad a la que se hallaba el submarino, ¿qué podría haber causado el daño suficiente como para que el ARA San Juan sufriera una implosión de menos de un segundo?

En SOTT llevamos años recolectado información sobre el incremento de las erupciones volcánicas sobre la superficie. Ademas hemos enfatizado que la mayoría de los volcanes de nuestro planeta de hecho se encuentran bajo la superficie del mar. ¿Podría haberse encontrado el submarino argentino por encima de una erupción submarina que dañara su fuselaje? Parece improbable. Según Wikipedia, no existen volcanes en la región donde se registraron las últimas señales del ARA San Juan.

Sin embargo, otro de los eventos que hemos venido registrando en SOTT es el de los socavones, los cuales aparecen de la nada en cualquier lugar del mundo y, si están volviéndose cada vez más frecuentes en la superficie visible de nuestro planeta, es lógico imaginar que su incidencia bajo la superficie de los mares siga la misma tendencia. Aun si no se tratara de socavones en sí, definitivamente existe el fenómeno del "escape de gas" desde las profundidades del océano.

Como lo discutimos con Pierre Lescaudron, los socavones pueden ser una de las consecuencia de un fenómeno eléctrico de envergadura global. Más allá de que un agujero gigantesco pueda abrirse bajo nuestros pies en cualquier momento, existe también el hecho de que materiales subterráneos se filtran hacia la superficie una vez que el manto se vuelve menos consistente o menos cohesivo, un fenómeno bien explicado en el siguiente video (cerca del minuto 10).


Como consecuencia de un manto frágil y la filtración mencionada anteriormente, no sería para nada descabellado imaginar que gases existentes bajo el manto de nuestro planeta pudieran haberse escapado en las inmediaciones del submarino. Ya sea que la causa de la ruptura súbita del caso interior del submarino haya sido la temperatura, la presión con la que el gas fue expulsado, o algún tipo de ignición y consecuente explosión, determinarlo debería ser la tarea de un hipotético equipo forense. No sería la primera vez que una expulsión de gas subterráneo se comportase como una explosion de gran magnitud. Fíjese, por ejemplo, en lo que ocurrió en Siberia hace un par de años.

Tal vez la tragedia del ARA San Juan no fue obra de la negligencia de nadie, sin por tanto excusar la posible negligencia y corrupción en el caso. Quizás se trató de un suceso inevitable, y algo a lo que, igual que en el caso de la corrupción latente en Latinoamérica, todos deberíamos prestar muchísima más atención.

Esta hipótesis, por más descabellada que le parezca, podría explicar también el gran interés que han demostrado otros países por resolver (¿u ocultar?) el asunto. Recuerde el MH370 y su búsqueda incansable e infructuosa.