Corea del Norte denuncia el envío de tropas y activos estratégicos estadounidenses a la península coreana y advierte que Estados Unidos será responsable de cualquier fracaso del actual proceso de acercamiento entre las dos Coreas, si reanuda sus ejercicios militares con Seúl.
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Seúl y Washington aplazaron sus maniobras militares anuales de primavera con el fin de que no coincidieran con los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno (JJ.OO.), que se celebran hasta el 25 de febrero en el condado surcoreano de PyeongChang.

Las dos Coreas, divididas desde que terminó la Guerra de Corea de tres años en 1953, aprovecharon la oportunidad de los JJ.OO. para dar pasos hacia la normalización de las relaciones bilaterales. No obstante, Pyongyang denunció reiteradas veces intentos secretos de Washington para dinamitar el deshielo con Seúl.

"Estados Unidos tiene como meta poner fin al deshielo en las relaciones intercoreanas inmediatamente después de que se apague la llama olímpica. Estados Unidos está haciendo ruido para reanudar sus ejercicios militares con Seúl justo después del cierre de los Juegos", se lee en un editorial del periódico oficial norcoreano The Rodong Sinmun, publicado este lunes.

El rotativo advierte de que la llegada de "los activos estratégicos y las tropas de EE.UU. a la península de Corea y a sus áreas adyacentes" han tensado aún más la situación en la zona.

Más de 6000 soldados estadounidenses y un buque de asalto anfibio de la Marina de EE.UU. han estado participando desde hace varios días en los ejercicios militares "Cobra Gold", en el sur de Tailandia.

Las grandes maniobras conjuntas Cobra Gold en las que también participan cientos de marines surcoreanos, junto con los de varios otros Estados, han aumentado las especulaciones de que cuándo Seúl y Washington reanudarán sus propios ejercicios conjuntos anuales en la península coreana.

Durante mucho tiempo, Pyongyang ha criticado los juegos de guerra Washington-Seúl, considerándolos unos ensayos para invadir su territorio.