Traducido por El Quelonio Volador‎

Cuando el Sol se esconde, el desierto de Atacama de Chile puede ser uno de los lugares más oscuros en la tierra. Ayer por la noche, no lo era. "No podía creer lo que vi en la pantalla de mi cámara cuando tomó la primera imagen," informa el fotógrafo Yuri Beletsky, quien grabó bandas luminosas de rojo ondulante a través del cielo:‎
"El sistema estaba absolutamente loco!", dice. "Partes de la vía Láctea eran apenas visibles debido a la intensa luz roja".‎
red air glow atacama
El resplandor de aire es causado por un surtido complejo de reacciones químicas en la atmósfera superior. Estas reacciones se inician durante las horas de luz diurna cuando la atmósfera se baña en una fuerte radiación ultravioleta del Sol. Después de la puesta del sol, el resplandor aparece generalmente verde, pero a veces es rojo. Beletsky es un veterano fotógrafo de aero-resplandor, que lo capturó docenas de veces de sitios en Chile y el Pacífico Sur. "la intensidad del resplandor del aero-luminiscente varía, y a veces puede ser más prominente," él anota.
Reacciones Químicas:

El resplandor del aire (también llamado nocturno) es una débil emisión de luz por una atmósfera planetaria. En el caso de la atmósfera de la Tierra, este fenómeno óptico hace que el cielo nocturno nunca sea completamente oscuro, incluso después de que los efectos de la luz de las estrellas y la iluminación solar difusa desde el otro lado se eliminan.

El fenómeno de la luz del resplandor fue identificado por primera vez en 1868 por el físico sueco Anders Ångström. Desde entonces, se ha estudiado en el laboratorio, y se han observado diversas reacciones químicas para emitir energía electromagnética como parte del proceso. Los científicos han identificado algunos de esos procesos que estarían presentes en la atmósfera de la Tierra, y los Astrónomos han verificado que tales emisiones están presentes.

El resplandor de aire es causado por varios procesos en la atmósfera superior, tal como la recombinación de los átomos que fueron fotoionizados por el Sol durante el día, la luminescencia causada por los rayos cósmicos que golpeaban la atmósfera superior, y el quimioluminescencia causado principalmente por el oxígeno y nitrógeno reaccionando con iones hidroxilo a alturas de unos pocos cientos de kilómetros. No se nota durante el día debido a la luz dispersa del Sol.

Incluso en los mejores observatorios terrestres, el resplandor del suelo limita la sensibilidad de los telescopios a longitudes de onda visibles. En parte por esta razón, los telescopios espaciales como el Hubble Space Telescope pueden observar objetos mucho más débiles que los actuales telescopios terrestres a longitudes de onda visibles.

El resplandor de la noche puede ser lo suficientemente brillante como para ser notado por un observador y es generalmente de color azulado. Aunque la emisión del resplandor del aire es bastante uniforme a través de la atmósfera, a un observador en la Tierra que aparece más brillante en cerca de 10 grados sobre el horizonte, porque el más bajo mira, mayor es la profundidad de la atmósfera que uno está mirando a través. Muy bajo, sin embargo, la extinción atmosférica reduce el brillo aparente de la luz del resplandor.

Un mecanismo de aeroresplandor es cuando un átomo de nitrógeno se combina con un átomo de oxígeno para formar una molécula de óxido nítrico (no). En el proceso, se emite un fotón. Este fotón puede tener cualquiera de varias longitudes de onda diferentes características de las moléculas de óxido nítrico. Los átomos libres están disponibles para este proceso, porque las moléculas de nitrógeno (N2) y oxígeno (O2) son disociadas por la energía solar en los alcances superiores de la atmósfera y pueden encontrarse entre sí para formar "no". Otras especies que pueden crear el resplandor del aire en la atmósfera son hidróxido (OH), oxígeno atómico (O), sodio (na) y litio (Li).
El brillo del cielo se cita típicamente en unidades de las magnitudes astronómicas por arcsecond cuadrado del cielo.

‎Ayer por la noche, fue muy destacada. El rojo vino de los radicales OH (subproductos químicos de las reacciones durante el día) flotando en una capa estrecha 86 a 87 km por encima de la superficie de la Tierra. ‎‎Las ondas de gravedad‎‎ propagándose hacia arriba de la atmósfera inferior había impresionado el fino resplandor rojo con una ‎‎espectacular estructura de ondulación‎‎. ‎
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‎ "Parece que el ambiente es muy activo ahora," dice Beletsky. "Este es un buen momento para estar alerta de sistema".


Comentario: También reportado en SpaceWeather.com y posiblemente relacionado:
PERTURBACIÓN MAGNÉTICA

A finales del 5 de mayo, la Tierra entró en una corriente de viento solar que fluye desde un amplio agujero en la atmósfera del sol. Más de 5 días después, el campo magnético de la Tierra sigue reverberando. "Mi magnetómetro se niega a establecerse", informa Stuart Green, que envía estos datos desde Preston, Lancashire, Reino Unido:

Los garabatos en la carta de Green representan cambios en su campo magnético local causados por el golpeteo del viento solar. "El sensor está enterrado en mi jardín a unos 0,5 metros bajo la superficie en una orientación Este/Oeste", explica. "Esto permite mediciones muy sensibles de declinación magnética durante tormentas de viento solar."

Períodos sostenidos de disturbios el 5 y 6 de mayo coincidieron con una tormenta geomagnética de clase G1 y G2. En esas fechas, la extraña aurora llamada STEVE fue vista en múltiples estados de los Estados Unidos. Períodos de calma regresaron del 7 al 10 de mayo, pero incluso en esos días el instrumento de Green recogió breves pero intensas perturbaciones magnéticas. La actividad debería disminuir a medida que la Tierra salga de la corriente de viento solar los días 11 y 12 de mayo.

Su grabadora probablemente hará esto de nuevo a principios de junio. El agujero coronal solar-viento-volador está ahora girando alrededor del sol, al estilo de un faro, y estará de vuelta con toda su fuerza dentro de poco menos de un mes. Manténgase en sintonía.
Extraño arco auroral 'STEVE' observado en EEUU, más al sur de lo habitual