Traducido por el equipo de Sott.net en español

Los liberales estadounidenses están teniendo un día de campo en este momento golpeando al Presidente Trump por "estropear" la respuesta federal al brote de coronavirus. Pero antes de que se emocionen demasiado, nos gustaría señalar un par de cosas a tener en cuenta: primero, el brote no ha terminado todavía, y aunque 300.000 casos parecen muchos, las proyecciones tanto para los EE.UU. como a nivel mundial están pidiendo muchos millones más, en los EE.UU., así como en Europa y Asia.
viena, capital de Austria
© PixabayViena, capital de Austria
Otra, es que la Administración Trump y el CDC no fueron las únicas organizaciones cegadas por la "arrogancia institucional" - como WaPo describió la situación en el CDC en su gran exposición publicada el fin de semana.

Incluso WaPo admitió que si había una gran llamada indiscutible hecha por Trump, fue su decisión de sellar los EE.UU. a la mayoría de los vuelos de China en febrero. En todo caso, debería haber sellado también los vuelos desde toda Europa.

Pero en Bruselas, los burócratas de la UE siguieron el consejo de la OMS, influenciado por China, que afirmaba que el cierre de fronteras no era apropiado a primera vista, y presionaron a los estados miembros para que dieran prioridad a otros métodos para combatir el virus en lugar de los cierres de fronteras y las prohibiciones de viaje. Lamentablemente, los epidemiólogos entienden ahora que éstas son algunas de las tácticas más eficaces para combatir la pandemia.

Como para subrayar este punto, el canciller austriaco Sebastián Kurz y su gobierno anunciaron el lunes planes para reabrir su economía tan pronto como la próxima semana.

Flanqueado por altos ministros del gobierno, Kurz anunció el lunes un nuevo calendario para reiniciar la economía austriaca, detallando una serie de pasos escalonados para devolver la vida a la normalidad mientras se minimiza el riesgo.

Esto hará de Austria el primer gran país europeo en reabrir su economía, una apuesta que el FT señaló que será fuertemente escudriñada por sus vecinos.

Pero la razón por la que Austria se encuentra en esta situación es porque fue una de las primeras grandes economías europeas en evitar el consejo de Bruselas ordenando a las empresas que cerraran, imponiendo un estricto "cierre" nacional y, lo más importante, cerrando las fronteras del país a su vecino del sur, Italia, asolado por la plaga.

El cierre del país estaba en marcha el 11 de marzo.