Los encuestados creen que Berlín debería adherirse al antimilitarismo y que ha dado suficiente ayuda a Kiev.
Ayuda enviada desde la ciudad de Hamburgo a Ucrania
© Getty Images / Markus ScholzAyuda enviada desde la ciudad de Hamburgo a Ucrania
El aumento de los precios de la energía debido a las sanciones impuestas al petróleo y el gas rusos ni siquiera es el principal factor que explica la reticencia alemana a ayudar a Ucrania en el conflicto actual, según una encuesta reciente realizada por el Washington Post.

En su lugar, el medio de comunicación encontró que una aversión general a la intervención militar - que se arraigó después de la derrota del país en la Segunda Guerra Mundial - está detrás del estado de ánimo.

Aunque la gran mayoría -el 91%- de los encuestados alemanes expresó su simpatía por Ucrania, más de la mitad (54%) dijo que su país estaba haciendo lo suficiente (37%) o demasiado (17%) en términos de ayuda militar y humanitaria, según la encuesta.

El medio de comunicación preguntó a los alemanes sobre cuatro políticas específicas, con la esperanza de medir el apoyo público a "aumentar las sanciones a Rusia y Putin, incluso si estas sanciones podrían conducir a un mayor aumento de los precios de los alimentos y el gas", el envío de más misiles y otra ayuda militar, la acogida de más refugiados "incluso si esto supusiera una carga adicional para la economía", y la admisión de Ucrania en la OTAN, incluso si esto requiriera defender el país militarmente.

Mientras que alrededor de un tercio de los encuestados se oponen a cada política, los que expresan su apoyo no son especialmente entusiastas, y hay una marcada división en el sentimiento entre el este y el oeste del país, anteriormente socialista. Más de la mitad (52%) de los alemanes del Este se declararon contrarios al aumento de la ayuda militar a Ucrania, frente a sólo el 27% de los alemanes del Oeste.

Al intentar explicar la reticencia de los alemanes a reforzar el esfuerzo militar de Ucrania, el Washington Post citó como posible razón una actitud general antimilitarista tras la Segunda Guerra Mundial. El periódico señalaba que incluso las intervenciones aprobadas por la OTAN a las que Berlín ha contribuido con tropas y recursos han resultado profundamente impopulares entre los ciudadanos alemanes tras un breve periodo de apoyo público.


Comentario: Serian inpopulares para cualquier persona con al menos dos neuronas funcionales.


Sin embargo, Berlín ha sido uno de los sosportes más fuertes de Kiev durante su conflicto con Moscú, suministrando a las fuerzas ucranianas el mes pasado la primera unidad de sistemas de defensa aérea de última generación IRIS-T. Se espera que el próximo año lleguen al país tres unidades más, compuestas por un vehículo de mando, un vehículo radar y un lanzador montado en un camión.

Mientras tanto, el propio ejército alemán aún no ha recibido el sistema IRIS-T basado en tierra, lo que ha llevado a algunos políticos a plantear la preocupación de que el país esté armando a Ucrania a expensas de sus propias capacidades de defensa.