Los residentes de la costa atlántica de Canadá sentían el lunes los coletazos de una nevada "histórica" que paralizó partes de la provincia de Nueva Escocia (noreste) durante el fin de semana, lo que desató el estado de emergencia.
Kent Peters of Dream Stables in Albert Bridge, Cape Breton, was busy clearing several feet
© Joe PembrokeKent Peters, de Dream Stables, en Albert Bridge (Cabo Bretón), se afanó el domingo en retirar varios metros de nieve del tejado del picadero. Peters y su esposa, Deanna Peters, han estado cuidando de 38 caballos durante la fuerte tormenta invernal que azota el noreste de Nueva Escocia.
Más de un metro de nieve se combinó con fuertes ráfagas de viento, paralizando las redes de transporte y obligando a cerrar muchas empresas, oficinas gubernamentales y escuelas.

"Es muy probable que las zonas del sudeste de Cabo Bretón hayan superado los 100 centímetros" de nevada, explicó a la AFP Bob Robichaud, meteorólogo de la agencia estatal Environment Canada, que calificó la tormenta de "histórica".


"Si tenemos en cuenta todo el evento, desde el viernes hasta esta mañana, se trata de cantidades récord", dijo.

El domingo por la tarde, las autoridades de la isla de Cabo Bretón, en el golfo de San Lorenzo, declararon el estado de emergencia e instaron a los ciudadanos a viajar solo por "absoluta necesidad".

"Con esta cantidad de nieve y este tipo de nieve -pesada y pegajosa- es un reto, por lo que vamos a tomar tiempo" para hacerle frente, dijo el primer ministro de Nueva Escocia, Tim Houston, en una conferencia de prensa el lunes.

El funcionario informó que había pedido a Ottawa que enviara al ejército y otros recursos para ayudar.

Por su parte, el ministro federal de Preparación para Emergencias, Harjit Sajjan, aseguró que había aprobado la ayuda de emergencia y el despliegue de equipos pesados de retirada de nieve de Parques de Canadá, así como helicópteros de la Guardia Costera para trasladar suministros.

En las redes sociales, los residentes compartieron imágenes de las secuelas de la tormenta, algunas mostrando acumulaciones de nieve tan altas como la parte superior de las puertas o los tejados de las casas.

El aeropuerto internacional de Halifax vio retrasados o cancelados sus vuelos y el transporte público de la capital regional cerró temporalmente.