Traducido por el equipo de SOTT.netUn estudio inicial de la energía oscura con el telescopio de rayos X eROSITA indica que ésta se distribuye uniformemente en el espacio y el tiempo.
© eRositaImágenes en rayos X (arriba) y en pseudocolor óptico (abajo) de tres cúmulos de baja masa identificados en los datos del sondeo eFEDS. El cúmulo con mayor desplazamiento al rojo procede de una época en la que el Universo era aproximadamente 10.000 millones de años más joven que en la actualidad. Las galaxias del cúmulo en ese caso son claramente mucho más rojas que las galaxias de los otros dos cúmulos.
Cuando Edwin Hubble observó galaxias lejanas en la década de 1920, realizó el revolucionario descubrimiento de que el Universo está en expansión. Sin embargo, no fue hasta 1998 que los científicos que observaban supernovas de tipo "Ia" descubrieron además que el universo no sólo se está expandiendo, sino que ha iniciado una fase de expansión acelerada. "Para explicar esta aceleración, necesitamos una fuente", explica
Joseph Mohr, astrofísico de la LMU. "Y nos referimos a esta fuente como 'energía oscura', que proporciona una especie de 'antigravedad' para acelerar la expansión cósmica". Científicamente, la existencia de la energía oscura y la aceleración cósmica son una sorpresa, y esto indica que
nuestra comprensión actual de la física es o bien incompleta o bien incorrecta. La importancia de la aceleración de la expansión se puso de relieve en 2011, cuando sus descubridores recibieron el Premio Nobel de Física. "Mientras tanto, la naturaleza de la energía oscura se ha convertido en el próximo problema ganador del Premio Nobel", afirma Mohr.
Ahora, I-Non Chiu, de la Universidad Nacional Cheng Kung de Taiwán, en colaboración con los astrofísicos de la LMU
Matthias Klein,
Sebastian Bocquet y Joe Mohr, ha publicado un primer estudio de la energía oscura utilizando el telescopio de rayos X eROSITA, que se centra en los cúmulos de galaxias.
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