Ciencia y Tecnología
Pero la mayor parte de esta riqueza natural aún no se conoce. Sólo se han identificado 1,3 millones de especies, lo que significa que aproximadamente el 86% de las especies terrestres y el 91% de las marinas aún no se han descubierto, según explicó el autor líder del estudio, el biólogo colombiano Camilo Mora, profesor de la Universidad de Hawaii, en Estados Unidos.
El censo "es un avance grandísimo. Llevamos 250 años tratando de contestar la pregunta de cuántas especies existen y nuestra ignorancia era tal que pensábamos que la cifra podía estar entre 3 y 100 millones", dijo Mora a BBC Mundo.
El estudio representa para el experto una "llamada de atención muy grande para la raza humana".
Aunque muchos pensarían, inmersos en la frivolidad, que el cuerpo más bello el planeta pudiese estar viviendo cerca de Hollywood, desfilando en alguna pasarela de Milán o jugando para el Real Madrid, lo cierto es que existe una majestuosa entidad a 6,500 años luz de la Tierra que destaca por una hermosura imposible de describir: la Nebulosa del Águila.
Aunque no podrás hacer mucho con ellos, si tienes una vela también tienes miles de millones de nanodiamantes. El arte es generalmente algo inútil y este es el caso de la poética creación de partículas de diamante y su sucesiva aniquilación en un instante.
El Dr. Wuzong Zhou, de la Universidad de St. Andrews, desarrolló una técnica para remover las partículas en el centro de una vela y al hacerlo descubrió que se producen cerca de 1.5 millones de nanopartículas de diamantes por segundo en la combustión de los hidrocarburos.
Apophis pasará dos veces cerca de la Tierra: una en 2029, sin ningún peligro para nuestro planeta, y otra (de vuelta) en 2036. Nadie sabe cuán cerca pasará esa segunda vez. Ahora, científicos de la Universidad de Tsinghua en Beijing planean desviar a Apophis para que no pueda volver. O al menos no tan pronto.
El plan consiste en mandar a una pequeña nave a chocar con Apophis. La idea sería mandar la nave con una vela solar en una órbita retrógrada, lo que le permitiría alcanzar una velocidad de impacto de 90 km/s, suficiente (según ellos) para cambiar el camino del asteroide.
El método propuesto permitiría a los astrónomos buscar planetas que orbitan mucho más lejos de sus estrellas que la mayoría de los nuevos mundos encontrados usando las técnicas actuales.
"Se han observado auroras en todos los planetas de nuestro sistema solar que tienen un campo magnético global y una atmósfera importante", expresó el director del estudio, Jonathan Nichols, astrónomo de la Universidad de Leicester en el Reino Unido de Gran Bretaña.
Además de su luz visible, las auroras de la Tierra, Júpiter y Saturno emanan emisiones de radio distintivas. Nichols prevé que los radiotelescopios gigantes de la Tierra pronto podrán detectar estos tipos de señales de las auroras provenientes de planetas semejantes a Júpiter situados hasta 150 años luz de distancia.
"Hace poco que los radiotelescopios lograron suficiente sensibilidad como para detectar potencialmente estas débiles señales planetarias alrededor de otras estrellas", expresó Nichols.
Desde 1995 se ha descubierto más de 500 exoplanetas usando dos métodos principales, ambos más aptos para encontrar planetas cercanos a sus estrellas.
Por primera vez, una nave captó cómo una tormenta solar envolvía a la Tierra. La misión Solar TErrestrial RElations Observatory (STEREO) de la agencia espacial estadounidense (NASA) siguió el recorrido de la explosión hasta su llegada a nuestro planeta, lo que dio nuevos datos que ayudarán a facilitar las predicciones climáticas en la Tierra y conocer mejor la evolución de las explosiones solares, que pueden dañar satélites y causar fallos en las comunicaciones.
La sonda captó la tormenta cuando se encontraba a más de 104 millones de kilómetros de la Tierra en 2008, pero el equipo de la misión se tomó más de tres años procesar los datos que había captado, informó la NASA.
La teoría de la relatividad de Einstein sostiene que el tiempo es un fenómeno interrelacionado al movimiento y a la posición de un sistema de referencia, es relativo. No existe el tiempo como un ente abstracto independiente, existe el espaciotiempo, un continuum integral que funge como la arena o el acuario donde ocurre el universo.
La relatividad del tiempo produce efectos paradójicos como el famoso caso teórico de los dos gemelos que viven en la Tierra. Uno de los hermanos viaja en una nave por el cosmos a una velocidad cercana a la de la luz y regresa a la Tierra. Cuando el gemelo astronauta se encuentra con su gemelo descubre que su hermano ha envejecido más que él . Esto sucede porque una vez que algo se acerca a la velocidad de la luz, el tiempo se vuelve más lento. Y a la velocidad de la luz el tiempo simplemente deja de correr.
Desde la perspectiva de un fotón, es emitido y reabsorbido en el mismo instante. Esto es igual para un foton que es emitido en el núcleo del sol, que puede ser reabsorbido al cruzar apenas un milímetro de distancia o para un foton que ha viajado 13 mil millones de años luz, desde la superficie de una de las primeras estrellas del universo, y entra en contacto con un cuerpo. Pero como el tiempo y el espacio son dos aspectos de lo mismo, para un fotón tampoco existe la distancia, por lo cual sigue estando en esa primera estrella o sigue estando en el Sol a la vez que entra a tus ojos (y entonces tus ojos están en el Sol). Un único e inmenso instante inseparable es todo el universo para la luz.
Platón definió el tiempo como la "imagen en movimiento de la eternidad"; el universo como una película arquetípica que se proyecta a través de la luz... Y si alguien pudiera ser sólo luz o la luz fuera consciente de sí misma, entonces percibiría todas las cosas sucediendo al mismo tiempo, desde todos los ángulos, vería toda la película en un fotograma.
La amenaza de que el impacto de un asteroide nos envíe en un segundo y sin escalas nuevamente a la edad de piedra no suele preocupar a mucha gente. A pesar de que este tipo de impacto contra nuestro planeta se produce con bastante regularidad, el enorme espacio de tiempo que transcurre entre uno y otro permite que vivamos nuestras cortas vidas sin que el estrés provocado por dicha posibilidad nos provoque una úlcera estomacal. Sin embargo, esto no hace que esta amenaza deje de ser real. Por primera vez en la historia de nuestro planeta, los seres vivos que lo habitan están en condiciones de "hacer algo" para evitar ser machacados por un asteroide. Sin embargo, aunque nuestra tecnología provee las herramientas necesarias, no parece que estemos haciendo demasiado para prevenir una catástrofe de ese tipo.
Estas secuencias, relacionadas con el sistema nervioso, han permanecido prácticamente inalterables desde el origen de la evolución, controlando qué proteínas se expresaban y cuáles no. "Realmente son esas instrucciones las que marcan la diferencia entre los organismos desde hace 550 millones de años", ha señalado a EL MUNDO.es José Luis Gómez-Skarmeta, del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CSIC), coautor de este trabajo, publicado en la revista Proceedings of National Academy of Science (PNAS).
Los investigadores, según explica el biólogo, han tratado de identificar un total de 20 secuencias de ADN no codificante en los genomas de diferentes seres vivos. Para ello, han realizado un análisis comparativo de entre 30 y 40 genomas diferentes, de organismos que fueron cambiando a lo largo de cientos de millones de año. Fue así como identificaron siete de las secuencias que buscaban en organismos tan dispares como un erizo y un ser humano, e incluso dos eran comunes entre nuestra especie y una medusa, aún más primitiva.
"Esto significa que la evolución ha dejado intacta una parte del genoma y que, al margen del linaje, hay material genético que todos los seres vivos comparten y no va a cambiar", explica Gómez-Skarmeta.