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Que la autoproclamada república independiente de Kósovo está en manos de una mafia creada por los ex-dirigentes de la guerrilla antiserbia, UCK (Ejército de Liberación de Kosovo), es una evidencia que solo el cinismo de ciertos políticos europeos y los intereses norteamericanos han tratado de ocultar durante más de 15 años. Organizaciones independientes y pocos periodistas occidentales llevan lustros denunciando, con pruebas, la implicación del antiguo comandante del UCK y posterior primer ministro, Hashim Thaci, y sus allegados, en las actividades del crimen organizado local.
La Eulex, la misión de la Unión Europea creada para dotar a Kosovo de una justicia y una policía adaptada a los estándares comunitarios, está minada por la corrupción. Tres de sus jueces están acusados de recibir sobornos y hacer la vista gorda sobre los actos criminales de la mafia local.
El juez italiano Francesco Florit, habría recibido 300.000 euros por liberar a un sospechoso de asesinato. Su colega checa, Jarislava Novotna, habría ocultado investigaciones criminales concernientes al antiguo comandante de la antigua guerrilla UCK, el ex ministro de Transportes, Fatmir Limaj. El magistrado canadiense Jonathan Ratel, al corriente de los hechos, también es investigado por intentar ocultar las denuncias.
Son informaciones que han saltado a la prensa gracias a las declaraciones de una de las jueces que también trabaja para Eulex en Prístina, la británica Maria Bamieh. El diario local de oposición, Koha Ditore se hizo eco de las denuncias y, de ahí, saltaron a la prensa internacional. Para el rotativo Politika, de Belgrado, "los magistrados de Eulex, en lugar de implantar las normas jurídicas europeas en Kosovo, se han adaptado a los usos y costumbres locales".
Comentario: Las tensiones están aumentando nuevamente entre Israel y Palestina, ya que, el Estado sionista no deja de ordenar provocaciones al pueblo palestino. Asesinan a personas inocentes, ordenan asentamientos en tierras palestinas, detienen a personas sin razón aparente. Está claro que Israel no quiere paz, solo quiere seguir con su plan de genocidio.
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