
29 de mayo de 2013, el poeta Wang Zang posó en su estudio de Beijing con caracteres chinos escritos en su espalda “Director, consiga una habitación [conmigo]. Deje en paz a las niñas”, mientras en una mano sostiene un animalito de peluche y en la otra una botella de licor. Artistas, activistas, estudiantes universitarios y oficiales de policía se fotografiaron a sí mismos –algunos desnudos y en poses provocativas, algunos enojados y amenazantes– con el mismo mensaje.
Frente a esta situación, los "servidores públicos" de la República Popular China, incluyendo a funcionarios centrales y locales de todos los niveles, ampliaron sus propias reservas especiales de comida para protegerse a ellos mismos y a sus familias. Las reservas especiales hacen referencia a granjas específicas, centros de producción de vegetales y empresas alimenticias que con exclusividad proveen a los funcionarios de hortalizas, carnes, huevos y lo que sea que prefieran.