© APUn ejecutivo de Goldman Sachs renunció hace unos días a la institución financiera al tiempo que hizo una denuncia pública sobre el deterioro en la fibra moral de la empresa. La imagen, en el piso de remates de la Bolsa de Valores de Nueva York.
No es que no se haya sabido, pero aparentemente lo inaceptable es que alguien de
adentro
lo diga. Esta semana, a juzgar por las reacciones, hubo alta traición en Wall Street y las consecuencias son lo bastante serias para armar un movimiento de solidaridad entre la cúpula financiera del país y enfrentar el grave problema provocado cuando un ejecutivo se atrevió a revelar que las cosas son tan
tóxicas
como todos saben.
¿Cuál fue el gran secreto revelado por un joven ejecutivo de Goldman Sachs, tal vez el banco inversionista más poderoso del mundo? Resulta que la avaricia es el motor del capitalismo financiero, según Greg Smith, un vicepresidente de esa empresa (hay 12 mil vicepresidentes en la empresa de unos 30 mil empleados, o sea no es de los más altos niveles) que escribió una especie de carta de renuncia pública en el
New York Times.Smith denunció que dentro del monstruo se practica, esperen, esperen, ahí les va la revelación: ganar dinero y más dinero a como dé lugar. Pero lo más devastador es que la práctica común de esa prestigiada e histórica empresa para lograr sus enormes ganancias incluye estafar y engañar a sus clientes y a todos los que se dejen. Ah, y una sorpresa más: ahí adentro hay una
cultura
que se ha deteriorado hasta el punto de que
el ambiente ahora es el más tóxico y destructivo que jamás he visto
y
creo que este deterioro en la fibra moral de la empresa representa la amenaza más seria a su sobrevivencia a largo plazo
.