Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández© Desconocido
Poco después de que la campaña conjunta de bombardeos británico-estadounidense "Operación Zorro del Desierto" devastara zonas de Iraq en diciembre de 1998, me encontraba en el vestíbulo del Hotel Palestina en Bagdad lamentándome a un amigo.Me disgustaba el hecho de que nuestra apretada agenda en Iraq - visitando principalmente hospitales atestados de heridos o de víctimas del uranio empobrecido- no me hubiera dejado tiempo para comprar unos cuantos libros en árabe para llevárselos a mi pequeña al volver a EEUU. Cuando estaba a punto de embarcarme en un largo viaje en autobús para regresar a Jordania, un hombre iraquí con un poblado mostacho y una barba cuidadosamente recortada se me acercó. "Esto es para su hija", me dijo sonriendo mientras me tendía una bolsa de plástico. La bolsa incluía alrededor de una docena de libros con imágenes en vivos colores de cuentos infantiles tradicionales iraquíes. Nunca había visto a ese hombre antes y es probable que nunca lo volviera a
ver. Era un huésped del hotel y de alguna forma se enteró de mi dilema. Mientras intentaba profusa, aunque velozmente, darle las gracias antes de llegar hasta mi asiento en el autobús, me insistió en que no era necesario decir nada. "Somos hermanos y su hija es como mi hija", me dijo.
Esta actitud no me sorprendió demasiado.
La generosidad de acción y de espíritu es una característica distintiva de los iraquíes y los árabes somos bien conscientes de ello. Otras cualidades iraquíes incluyen el orgullo y la perseverancia, el primero atribuido al hecho de que Mesopotamia - que abarcaba la mayor parte del moderno Iraq actual- fue la "cuna de la civilización", y la segunda es fruto de las indecibles situaciones de dureza experimentadas por los iraquíes a lo largo de su historia moderna.Fue Gran Bretaña la que desencadenó la tragedia moderna de Iraq, empezando por la toma de Bagdad en 1917 y la arriesgada remodelación de un país para ajustarlo perfectamente a las necesidades coloniales e intereses económicos de Londres. Se podría argumentar que ese primer e inigualable desorden creado por los invasores británicos continuó haciendo estragos a lo largo del tiempo, manifestándose de varias formas - que incluyen el sectarismo, la violencia política y los feudos fronterizos entre Iraq y sus vecinos- hasta este mismo día.
Aunque, desde luego, es ahora EEUU quien se lleva la mayor parte del mérito de haber revertido cuanto el pueblo iraquí había logrado para conseguir su siempre elusiva soberanía. Fue el Secretario de Estado estadounidense James Baker quien, según se supo, amenazó al Ministro de Asuntos Exteriores iraquí Tariq Aziz en una reunión celebrada en Ginebra en 1991, diciéndole que EEUU iba a destruir a Iraq "devolviéndolo a la Edad de Piedra".
La guerra de EEUU, que se extendió desde 1990 a 2011, incluyó un devastador bloqueo y acabó con una brutal invasión. Todas estas acciones bélicas fueron tan poco escrupulosas como violentas. Además de una cifra abrumadora de víctimas humanas, conllevaron una horrenda estrategia política que perseguía explotar las fallas sectarias y de otro tipo existentes en el país y desencadenar un cúmulo de guerras civiles y odios sectarios de los que es probable que Iraq no se recupere en muchos años.