El conflicto ucraniano ha disparado todas las alarmas del sensacionalismo periodístico y ha propagado el miedo entre la opinión pública internacional. ¿Nos hallamos en el umbral de la Tercera Guerra Mundial? Sinceramente, no lo creo.
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Las sanciones anunciadas contra el presunto imperialismo de Vladimir Putin no incluirán en ningún caso una intervención militar de la OTAN, salvo que se produzca un brote de locura en la cúpula del poder del complejo militar-industrial estadounidense. Conviene recordar que la UE y Turquía solo son comparsas de Washington, con 452 bases norteamericanas en su suelo y un contingente de 75.000 soldados. Solo en Alemania hay 235 bases.
En el resto de los países, las cifras no son menos elocuentes: Italia (83), Reino Unido (47), Portugal (21), Turquía (19). En el Pacífico, la situación es muy parecida. Japón, alberga 124 bases y 32.460 efectivos. En Corea del Sur, 87 bases y 28.000 soldados. Es indiscutible que Estados Unidos no es el paladín de la democracia, la libertad y los derechos humanos, sino un imperio que sueña con imponer su hegemonía en todo el planeta.
Rusia ya no es una economía socialista, pero se resiste a la perspectiva de un mundo unipolar, que no significaría ni mucho menos el fin de la historia, sino la cristalización de una pavorosa distopía, con los rasgos de un totalitarismo sostenido por el control de las nuevas tecnologías y los grandes medios de comunicación.
Comentario: Parece ser que Europa sólo se escandaliza cuando Rusia saca sus tanques; y eso que lo hace para defender sus intereses de los ataques de EE.UU., país que puede expandir sus ejércitos por todo el globo terráqueo sin la mínima protesta de Europa. VERGONZOSO!!!