Enseres domésticos, incluyendo dispositivos eléctricos, prendieron fuego espontáneamente en el pueblo de Canneto di Caronia, al norte de Sicilia.
Incendios espontáneos se dan desde el 2004 en las viviendas de esta población italiana. Estudios científicos, encargados por el gobierno, no consiguen aún determinar las causas. Hace pocos días volvieron a sonar las alarmas.En febrero de 2004, un mes después de las primeras conflagraciones, el padre Gabriel Amorth, presidente honorario de la Asociación Internacional de Exorcistas, declaró: "Hay que llamar a un sacerdote para que bendiga las casas". Y aunque aseveró que el diablo era capaz de originar fenómenos como los que estaban sucediendo en aquel piccolo paese de Sicilia, también reconoció que nunca los había visto proliferar tanto y con tanta intensidad. Quizá se debiese a que sus habitantes habían provocado al demonio, debió pensar, a juzgar por sus declaraciones de entonces: "Satanás es capaz de golpear donde quiere si se le abren las puertas con prácticas espiritistas o magias negras".
A la aventurada hipótesis del exorcista Amor sobre lo que estaba sucediendo, le siguieron las de los duendes, fantasmas y espíritus. Estos debían estar detrás de ese súbito fuego que se movía entre sofás, camas y microondas abrasándolos con una fuerza destructora y maligna.
Nada dicen las noticias de esa época sobre si los habitantes de Canneto acataron los consejos del sacerdote, como tampoco si se dieron a la tarea de hacer bendecir sus casas y pedir que se practicaran exorcismos. Pero lo único cierto es que estaban ocurriendo sucesos muy extraños, sin ninguna lógica que pudiese explicarlos.
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