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El proyecto de las elites se ha centrado en la construcción a escala europea de un área económica más favorable para la apropiación de ganancia por parte de la clase capitalista europea y mundial.
La UE como proyecto económico y políticoEl proyecto de Unión Europea (UE) diseñado y efectivamente implementado por las potencias centroeuropeas - representantes de sus principales corporaciones - , dista mucho de la retórica interesada que se esfuerza en identificarlo con valores como democracia, progreso, paz o solidaridad entre los pueblos.
Aunque es cierto que gran parte de los pueblos europeos depositaron sus esperanzas en una Europa que superó el periodo de las grandes guerras desarrollando democracias liberales y un marco económico de relativa prosperidad, tal percepción no debiera difuminar el sentido económico y político que encarna la UE realmente existente. El hecho de que la población europea haya depositado en la UE y en sus instituciones (entre ellas el euro) una gran carga simbólica relacionada con el progreso y la democracia, explica precisamente que a pesar de que el proceso de construcción adolezca desde sus inicios de carencias democráticas fundamentales, se hayan aceptado sacrificios enormes en su nombre. En este contexto se entiende cómo se naturalizó sin apenas discusión el euro como la guinda de un gran proyecto de civilización que, según el pensamiento dominante, representaba la UE.
Pero más allá de la retórica y la propaganda, l
o cierto es que el proyecto de las élites se ha centrado en la construcción a escala europea de un área económica más favorable para la apropiación de ganancia por parte de la clase capitalista europea y mundial. El objetivo fundamental, por tanto, era el de superar las restricciones que los marcos nacionales suponían para la maximización del beneficio. Buena parte de dicho proyecto descansó sobre el proceso de
"ajuste salarial": se trataba de, a través de diversos mecanismos, contener el crecimiento salarial en todas sus componentes - salario directo, indirecto y diferido - , mejorando de esta forma las condiciones para la rentabilidad empresarial (Sanabria, 2009). El referido ajuste salarial ha sido intensamente impulsado desde Bruselas en varias dimensiones, entre las que destacan, por un lado, las "contrarreformas" neoliberales centradas en la privatización de actividades económicas potencialmente rentables, la apertura externa de las economías nacionales y la liberalización de mercados fundamentales, entre los que cabe destacar el
laboral y el financiero (Álvarez, 2012).
Además, el ajuste salarial se ha impuesto gracias a una férrea disciplina en la política económica, que ha limitado enormemente el margen de maniobra de los distintos países para desarrollar una gestión autónoma y ha forzado una orientación económica claramente favorable a los intereses del capital, especialmente del financiero.