© HispanTVEE.UU. y sus socios planean ingresar por la fuerza a Siria y "aprovechar" para derrocar a Al-Assad
Pero primero lo primero. La opinión pública mundial debió conducirse de forma favorable para que EE.UU. consiguiera entrar en acción sin muchos tropiezos. Aunque en esta oportunidad, absolutamente nadie (ningún Estado) se opone a la participación limitada de EE.UU. en los combates contra el EI, son pocos lo que se atreven a señalar las verdaderas intenciones del imperialismo estadounidense tras su giro oportunista de combatir a los yihadistas del EI.
Sólo algunas voces se atreven a culpar a EE.UU. por su responsabilidad en el desastre iraquí y la creación de esos mismos grupos terroristas que hoy pretenden combatir.
Comentario: No hace falta ser Stephen Hawking para darse cuenta de que todo este ridículo sainete en tres actos es un plan de invasión y expansión diseñado por lo que podríamos llamar el Imperio de Occidente (EE.UU. y la UE -OTAN- e Israel). Primero se crea el conflicto financiando y armando a los "rebeldes". Luego se ingresa en escena para resolver el conflicto porque esos "malvados rebeldes" se salieron de control, y finalmente se invade la zona deseada con la excusa de que era la única alternativa posible para destruir a los "malvados".
Lo que EE.UU. y sus socios no están considerando es que las condiciones actuales no tienen mucho que ver con las condiciones deseadas (por ellos, obviamente). Rusia, con la conducción de Putin, se ha plantado y ha impedido en los últimos tiempos que la agenda imperial se pueda ejecutar libremente. La ira del EE.UU. y compañía se ha hecho notar en reiterados intentos de menoscabar la influencia de Rusia en los acontecimientos mundiales, pero ante cada movida del Imperio Putin ha demostrado ser un ajedrecista mucho más hábil.