
Costa Rica, Política - El ex presidente de la República, Óscar Arias, y más atrás su hermano, Rodrigo Arias.
Por su parte, en una entrevista (3) para el Semanario Universidad, Ottón Solís habla de "caos", el cual atribuye a la estrategia neoliberal en general, como, en particular, al abuso y el poder corruptor de los hermanos Arias. La percepción de Solís es esencialmente coincidente con el diagnóstico de Vega Carballo. Es muy probable que por ahí mismo anden las percepciones populares. Al menos en lo que se refiere a la idea de caos. Del absurdo del puente de la platina al desastre de la vía a Caldera, o las citas médicas a muchos meses plazo, el sinsentido de la política de vivienda o la ineptitud frente al problema de la inseguridad, pasando por la desvergüenza del tráfico de influencia en que los Arias atrapan a funcionarios que ocupan posiciones insignia de la institucionalidad pública costarricense: el Fiscal General, la Procuradora de la República, la Contralora General. Que para el caso es secundario el nombre de las personas implicadas; sobre todo es gravísima la sombra de duda que esto proyecta sobre la institucionalidad pública. El proceso de deslegitimación recibe así una poderosa dosis de súper-vitaminas.