Fuego en el Cielo
El cráter más antiguo de la Tierra, de 100 kilómetros de diámetro provocado por la caída de un cuerpo celeste hace 3.000 millones de años, fue descubierto por geólogos rusos y europeos cerca de la ciudad de Maniitsog, en Groenlandia.
Los cálculos realizados en el marco de dos expediciones permitieron concluir que un asteroide de más de 30 kilómetros de largo cayó sobre un continente, causando un embudo de hasta 600 kilómetros de diámetro.
Un equipo de científicos y astronautas anunció el jueves que planea lanzar al espacio un telescopio capaz de detectar y realizar un seguimiento de asteroides que potencialmente podrían aniquilar una ciudad o un continente en nuestro planeta.
"Tenemos la tecnología para encontrar, hacer un seguimiento y modificar la trayectoria de cualquier asteroide que represente una amenaza. El futuro está en nuestras propias manos", aseguran los investigadores de la organización.
La idea surgió de los análisis genéticos llevados a cabo para la secuenciación del genoma del tomate, que fue publicada por la revista Nature el pasado 30 de mayo. El mapa genético del tomate indica, en efecto, que el genoma original de esta planta era mucho más pequeño que el actual, y que éste triplicó súbitamente su tamaño, precisamente, entre hace 60 y 70 millones de años.
Se cree que el mineral hallado es uno de los más antiguos formados en el Sistema solar. Se trata de un óxido de titanio, y ha sido bautizado con el nombre de 'Panguite', derivado de Pan Gu, el gigante de la antigua mitología china que fundó el mundo separando el yin del yang para crear la tierra y el cielo.
El responsable del estudio, Chi Ma, ha indicado que "el 'Panguite' es un descubrimiento particularmente interesante, ya que no sólo es un nuevo mineral, sino también un material hasta ahora desconocido" y que puede responder a "muchas preguntas".
El Centro de Previsión Espacial informó de un nuevo aumento de la emisión de flujos de electrones del Sol en dirección a la Tierra, según la Agencia Nacional Atmosférica y Oceanográfica de Estados Unidos (NOAA).
Estos superaron levemente el nivel del límite máximo (medido como 1000 pfu) durante el 18 de junio, se duplicaron el 19 y se quintuplicaron el 20 de junio. Los flujos máximos de 2MeV registrados fueron 1.405, 2.372 y 5.491 pfu respectivamente.
La liberación de masa solar el 13 y 14 de junio en dirección a la Tierra, provocó las tormentas geomagnéticas que afectaron a nuestro planeta el 16 de junio. Estos efectos se observan en la fotografía divulgada ayer por la NASA con una brillante aurora boreal rosada.
La imagen proporcionada por Marko Korosec a la agencia estadounidense, muestra como se presentó el cielo esa noche en el sur de Dakota.
Las tormentas magnéticas surgen en la Tierra cuando el plasma arrojado por el Sol alcanza la magnetosfera terrestre. Las partículas cargadas provocan perturbaciones geomagnéticas. Si son fuertes, pueden ocurrir fallos en el funcionamiento de los aparatos electrónicos, la comunicación radial y redes eléctricas.

Tungunska impactado por un posible asteroide el 30 de junio 1908.
El asteroide 2011 GA5 tiene 140 metros de diámetro y fue descubierto durante una investigación operada por la Universidad de Arizona de Tucson, patrocinada por la NASA.
Tras el paso de la tormenta de radiación solar que afectó el Polo Norte el sábado, la llegada de Eyecciones de Masa Coronal (CME) a la Tierra, que fueron expulsadas por el Sol el 13 y 14 de junio, están originando una tormenta geomagnética que afecta hasta bajas latitudes de 55 grados, como es el caso en Nueva York, Wisconsin y Washington.
El centro de Predicción espacial de NOAA informa que desde el Polo Norte hasta las latitudes de 55 grados, pueden ocurrir fluctuaciones en las redes energéticas y en los sistemas que operan las naves espaciales.