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El ministro holandés de Economía, Jan Kees de Jager, fue muy duro respecto a la ayuda de su país para que Grecia evite el colapso económico: "No les obligaremos a vender la Acrópolis", aunque sí "todo lo que puedan privatizar", comentó.
En declaraciones que hoy recoge el periódico holandés
Algemeen Dagblad, De Jager insistió en que Holanda no dará "ni un céntimo de euro más" a un eventual segundo rescate para Grecia, si Atenas no emprende un masivo programa de privatizaciones y se aprieta más el cinturón con un duro programa de ajustes.
Si Grecia no lo hace, "puede despedirse" de la ayuda de Holanda, uno de los principales contribuyentes netos a las arcas de la Unión Europea (UE), dijo De Jager. Según el periódico, los planteamientos radicales de La Haya "cuentan con el apoyo de Alemania e Italia",
"Me imagino que a los griegos esto que digo no les gustará nada, pero me da igual", comentó el holandés sin tapujos. De Jager exige a Atenas que lo "venda todo": aeropuertos, autopistas, derechos de peaje en carreteras y empresas de energía, entre otras.