La Iglesia de Todos los Santos en Horndon del Este, en el condado de Essex, Reino Unido, fue allanada por cientos de personas que se reunieron para organizar una fiesta ilegal en la víspera de Año Nuevo. Los organizadores entraron a la fuerza al templo, de 500 años de antigüedad, para instalar equipos de sonido y ventilación, causando daños al histórico inmueble, que se calculan en unas 1.000 libras esterlinas (unos 1.367 dólares).
Comentario: Es un tanto agridulce, por un lado está la profanación de un templo sagrado para hacer una fiesta, algo tan mundano que tiene sabor a pecado. Pero por otro lado, es un tanto esperanzador que las personas encuentren diferentes formas de oponerse a las insensatas medidas totalitarias y draconianas de nuestros gobiernos.
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