Algunos empleados lo sospechan, pero otros ni se lo pueden imaginar: el espionaje laboral es una plaga en las empresas de Francia. Los empresarios contratan hasta a detectives para controlar casi cada paso de sus trabajadores.
© Desconocido
Según la Comisión Nacional de Libertades e Informática (Cnil), en el año 2011
se registraron 663 demandas de trabajadores que denunciaban ser víctimas de espionaje. Casi 6.000 empresas reconocieron haber instalado cámaras y 7.800 usaron sistemas de geolocalización.Los jefes de empresas
francesas cada vez recurren con más frecuencia a la localización de
GPS, para vigilar el desplazamiento de sus asalariados y saber cuánto tiempo pasan en el trabajo. En un año, el uso del
GPS para estas funciones ha aumentado un 133%, mientras que la instalación de videocámaras creció un 39%.
"Con las nuevas tecnologías, los medios de vigilancia son más accesibles, así que el espionaje se desarrolla más", asegura Yann Padova, secretario general de la Cnil.
Otra fuente de información para los empleadores son
las redes sociales, donde se puede encontrar multitud de datos sobre los trabajadores.