
Un estudio arqueológico asocia la presencia de pinturas rupestres con una buena acústica.
El trabajo ha utilizado métodos de la arqueoacústica, un campo de investigación emergente sobre el uso que hacían del sonido las sociedades del pasado, y se ha centrado en los yacimientos que existen en el barranco de la Valltorta, en Castellón.
Los investigadores concluyen que estas pinturas, que van del 9.000 al 6.000 a.C., se ubican en el abrigo de los barrancos con mejor sonoridad que las zonas que no están decoradas, lo que sugiere que la elección de los lugares estaba relacionada con la acústica de cada lugar.