El volcán de Colima ha vuelto a recordar a sus vecinos que sigue vivo. El coloso de 3.860 metros lleva cuatro días en plena actividad, con expulsiones de gases de más de tres kilómetros y el derrame de lava de medio kilómetro por sus laderas del sur. Las comunidades aledañas han sido evacuadas y trasladadas a unos albergues de la capital del Estado de Colima, al oeste de México. Los expertos han calificado la actividad de los últimos años del volcán como la más activa en un siglo.
"Los vecinos de los pueblos cercanos están más o menos acostumbrados a este tipo de situaciones", explican desde Protección Civil de Colima.
En julio del año pasado una erupción similar obligó a los habitantes de la zona a desplazarse. Desde uno de los albergues ubicado en Comala (Colima), el gobernador del Estado, José Ignacio Peralta ha señalado: "Si en estos momentos los habitantes siguieran en la Becerrera y en La Yerbabuena, podrían haberse visto afectados hasta en la piel por la caída de ceniza, que bueno que están aquí".
(Actividad del 1 de octubre en el volcán Colima)
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