El satélite francoestadounidense Jason-2, que chequea todos los océanos del mundo y controla los cambios que se producen en la altura de la superficie del mar, alertó a los investigadores que algo importante se está gestando en el océano.
"Se ha formado un modelo de alturas y temperaturas en la superficie del mar que me recuerda a la forma en la que el Pacífico se veía en la primavera de 1997", explicó Bill Patzert, climatólogo del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
Lo que Jason-2 ha estado viendo es una serie de "ondas de Kelvin", ondas masivas en el nivel del mar que se desplazan a través del Pacífico, desde Australia hasta América del Sur. Los meteorólogos están prestando mucha atención debido a que estas ondas podrían ser una señal de El Niño.
Los metereólogos están prestando atención a estos dos fenómenos, ondas de Kelvin y El Niño, porque están vinculados por el viento. Los vientos alisios del Pacífico soplan de este a oeste, empujando las aguas superficiales calentadas por el sol hacia Indonesia. Como resultado, el nivel del mar de Indonesia es normalmente 45 centímetros más alto de lo que es cerca de Ecuador.
El Niño, que produce lluvias torrenciales en América del Sur, ocurre cuando los vientos alisios decaen no sólo por unos días, sino por muchos meses. Entonces las ondas de Kelvin cruzan el Pacífico como una caravana, elevando el nivel del mar y dejando más cálidas aguas ecuatoriales en su estela.
"Todavía no podemos decir con seguridad lo grande que puede ser", aclaró Mike McPhaden, de la Administración Nacional para el Océano y la Atmósfera de Estados Unidos (NOAA).