Un estudio realizado en la Universidad de Granada ha revelado que existe una clara relación entre la exposición a pesticidas (Compuestos Orgánicos Persistentes, COPs), que ingerimos a través de los alimentos, el aire o el agua, y la prevalencia de diabetes tipo 2 en personas adultas, independientemente de su sexo, edad o masa corporal.
© UGREn la foto, de izquierda a derecha, parte del equipo investigador en el laboratorio de la UGR: Juan Pedro Arrebola, Francisco Artacho y María Fernández.
Estas sustancias tienden a acumularse en la grasa del cuerpo humano, y podrían ser una de las causas por las cuales las personas obesas tienen más posibilidades de desarrollar diabetes porque, al tener más cantidad de grasa, acumulan una mayor cantidad de COPs.
En un artículo publicado en el último número de la revista
Environmental Research, los científicos han demostrado que las
personas con mayores concentraciones del compuesto DDE, principal metabolito del plaguicida DDT, tienen cuatro veces más riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, con respecto a las que presentan niveles más bajos. Además, otro de los pesticidas que se hallaron en el tejido adiposo de los participantes en el estudio, β-HCH (beta-hexaclorociclohexano), presente en las formulaciones del plaguicida Lindano, también está relacionado con el aumento de riesgo de la enfermedad.
Para llevar a cabo esta investigación, los científicos analizaron un grupo seleccionado de COPs en el tejido adiposo de 386 personas adultas que acudieron a los hospitales San Cecilio de Granada y Santa Ana de Motril.
Comentario: "La sal es un nutriente esencial necesario para regular la presión arterial, la transportación de nutrientes hacía dentro y fuera de sus células, el intercambio iónico y la comunicación entre cerebro-músculos.
Tras décadas de investigación científica no se ha podido demostrar los beneficios de una dieta baja en sal, de hecho tienden ha demostrar lo contrario. Múltiples estudios han relacionado las dietas bajas en sales con el aumento de riesgo cardíaco.
No todas las sales son iguales, en términos del impacto que tienen en su salud. La sal procesada (de mesa) daña la salud, mientras que la sal natural y sin procesar no sólo es curativa, sino que en realidad es esencial para muchas funciones biológicas.
Desde hace muchas décadas, los políticos estadounidenses han estado incitando a los estadounidenses a que coman menos sal. Pero la razón de esto tiene pocas bases científicas." - Dr. Mercola
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