Traducido por el equipo de SOTT.net
© Vandenberg UAP - credit to Andrew Pearce
Era febrero de 2023.
El mes comenzó con un globo de vigilancia chino que sorprendió y desconcertó a políticos y civiles por igual.
Era simbólico: los chinos habían irrumpido en el patio trasero de Estados Unidos.
La presión política y de los medios de comunicación no se hizo esperar y fue rápidamente derribado cuando se alejó de las zonas urbanizadas.
Luego, en rápida sucesión, se derribaron tres objetos desconocidos más pequeños, considerados una amenaza potencial para el tráfico aéreo.
Todos fueron derribados a las órdenes del Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD).
Los acontecimientos fueron una gran llamada de atención: no sólo los chinos operaban en el patio trasero de Estados Unidos, sino que también lo hacían desconocidos.
¿Su origen? Desconocido. ¿Sus operadores? Desconocidos.Cuando se trata de la guerra del siglo XXI, Estados Unidos, como superpotencia dominante del mundo, puede hacer frente a la mayoría de las amenazas globales potenciales. Desde debajo del océano hasta dentro de la atmósfera terrestre, no hay ningún lugar donde no pueda proyectar su inmenso poder.
A excepción de los Fenómenos Anómalos No Identificados (FANI),
objetos que parecen actuar de manera impune sin consecuencia alguna en zonas de alcance militar. Como una portería de fútbol abierta de par en par sin portero a la vista, estos sucesos son como ruidosas invitaciones públicas a desconocidos y enemigos para marcar un gol contra el aparato de defensa más sofisticado y mejor financiado del planeta.
Comentario: Este grupo es el llamado Collins Elite, tratado por Nick Redfern en su libro Final Events (Eventos finales). Antes de eso, dos funcionarios del gobierno habían dicho cosas similares a los investigadores Ray Boeche y Linda Moulton Howe. Vale la pena leer el resumen de Howe y Boeche sobre esos eventos y las cosas que les dijeron los conocedores. Puedes encontrarlo en la página de la Academia de Boeche aquí.