Esta Espectacular bola de fuego cruzó el cielo nocturno en la noche del 18 de febrero, a las 2:02 (hora local peninsular española). Su brillo fue superior al de la Luna llena. Debido a su alta luminosidad, pudo ser vista desde la totalidad de la Península.
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El evento ha sido analizado por el investigador responsable del proyecto SMART, el astrofísico José María Madiedo del Instituto de Astrofísica de Andalucía IAA-CSIC. Este análisis ha permitido determinar que la roca que originó este fenómeno entró en la atmósfera terrestre a una velocidad de unos 74 mil kilómetros por hora y procedía de un asteroide. Estas rocas que se cruzan con la órbita de la Tierra reciben el nombre de "meteoroides". El brusco rozamiento con la atmósfera a esta enorme velocidad hizo que la roca (el meteoroide) se volviese incandescente, generándose así una bola de fuego que se inició a una altitud de unos 88 km sobre el sur de la provincia de Cáceres. Desde allí avanzó en dirección noreste y se extinguió a una altitud de unos 24 km sobre la misma provincia, casi en la vertical de la localidad de La Aldea del Obispo. A lo largo de su trayectoria mostró varias explosiones que provocaron aumentos súbitos de su luminosidad y que se debieron a diversas rupturas bruscas de la roca.
El análisis preliminar del evento indica que la roca no se destruyó completamente en la atmósfera: una parte de ella habría sobrevivido, cayendo al suelo en forma de meteorito.