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El endurecimiento de las políticas de los Gobiernos, unido a los fuertes recortes presupuestarios y el anémico ritmo del crédito bancario, podrían estar sentando las bases de años de estancamiento. Esto provoca preocupación entre los analistas económicos, quienes afirman que actualmente se vive una fase de "represión financiera".

El estratega económico de Citigroup en España José Luiz Martínez, calificó al pasado mes de marzo como "el peor" período del corriente año. Además, las perspectivas económicas para el futuro próximo son incluso menos alentadoras.

Con una economía en su segunda recesión en tres años, un desempleo muy alto y una creciente subida de los intereses de la deuda, Martínez y algunos otros economistas, están anticipando una 'década perdida', similar a la de los años 90 en Japón.

"La economía de los bancos centrales"

Thomas Mayer, economista en jefe del Deutsche Bank, habla de la sustitución de la economía del crédito por lo que él bautiza como la "economía de los bancos centrales". Un esquema que busca recuperar la confianza del sistema fiduciario a través de medidas no convencionales que abaraten la financiación en lo que, en su opinión, es un ejemplo palmario de la 'represión financiera'.

El analista Ben May, de Capital Economics, explicó: "El Banco Central Europeo ha dado un volumen enorme de créditos a los bancos y parte de este dinero se dirige a la compra de obligaciones estatales, lo que baja su rentabilidad".

"Tomar riesgos de alguna manera"

Bill Gross, el jefe de Pimco Total Return, la gestora del fondo de bonos más grande del mundo, prevé un escenario con crecimiento más lento y altas tasas de interés e inflación.

Básicamente, Gross advirtió que el mercado y los inversionistas se quedarán atrapados en un mundo de bajo rendimiento en los próximos años. Ello se debe a que todos los factores que han venido impulsando el mercado en las últimas décadas (aumento de la deuda, baja inflación, bajas tasas de interés) están a punto de invertirse.

En el futuro, el crecimiento será menos predecible y más lento, mientras que las tasas de interés y la inflación serán más altas, según Gross. Las empresas ya no podrán ganar valor basándose en lo que podría suceder en el futuro.

El jefe de Pimco opinó que las acciones de las empresas ubicadas en naciones con economías emergentes como Brasil y China deberían tener un mejor rendimiento que las de las empresas de EE. UU. o Europa.

En un clima de tasas de interés históricamente bajas, donde el crecimiento y la inflación global se mantendrían moderados, los inversionistas "deben tomar riesgos de alguna manera", afirmó Gross.

"Una alternativa más atractiva desde el punto de vista político"

Pero no todo está tan mal. Carmen Reinhart, del Instituto Peterson de Economía Internacional, opinó que la 'represión financiera' en comparación con las reducciones de los gastos y los aumentos de los impuestos pueden ser "una alternativa más atractiva desde el punto de vista político".

Algunos analistas consideran que el aumento de las tasas de interés y de la inflación también suelen estar correlacionados con una economía que crece más rápido. Eso también podría ser bueno para las ganancias. Entonces, las acciones tienden a superar a los bonos y a otros activos en tiempos de una mayor inflación.