derrames cerebrales
© DesconocidoLos derrames cerebrales se definen como un deterioro neurológico súbito.
Un importante incremento ha tenido en los últimos 15 años la ocurrencia de derrames cerebrales en personas jóvenes, a partir de la tercera década de vida, indicó Karim Noé Zamora Amezcua, experto en neurocirugía del IMSS en Jalisco.

Agregó que lo anterior debido a estilos de vida poco saludables que incluyen alimentación rica en grasas, sedentarismo, tabaquismo y consumo de alcohol, entre otros.

Detalló que existen dos causas fundamentales para que un derrame cerebral se presente: una de ellas es la de tipo obstructivo (isquémico) y la segunda es la ruptura de algún vaso sanguíneo que irriga el cerebro.

Señaló que la forma obstructiva de un Evento Vascular Cerebral (EVC) "va muy de la mano con factores modificables como tabaquismo, alcoholismo, sedentarismo y dieta, estos factores van a coadyuvar para que se reduzca el calibre del vaso sanguíneo o para que se formen coágulos que obstruyan la arteria que producirá una lesión del tejido cerebral".

Destacó que esta forma de derrame cerebral predomina en individuos de 50 a 60 años, "aunque, los factores citados, aunados al estrés cotidiano, han contribuido a que personas de menor edad, estamos hablando a partir de los 30 años, sufran de este tipo de eventos cuyas secuelas son muy severas".

Dijo que 80 por ciento de los EVC son de tipo obstructivo y el daño para el paciente es proporcional a la extensión del tejido cerebral afectado.

"Las secuelas son en función de la magnitud de sangrado que es el que ocasiona el daño y ocurren en la gran mayoría de los pacientes, menos de 10 por ciento logran sobrevivir con secuelas mínimas", acotó.

Explicó que las secuelas de un EVC van desde parálisis facial, hasta imposibilidad para mover alguna extremidad o inclusive todo el cuerpo, sin pasar por alto alteraciones cognitivas y en el lenguaje.

Resaltó que evitar factores de riesgo mencionados y procurar un chequeo frecuente de niveles de presión arterial, son básicos "para reducir en muy buena medida, el riesgo a desarrollar un derrame cerebral, cuyas consecuencias son incapacitantes e incluso mortales".

"Un dolor de cabeza intenso y súbito, suele ser el dato clásico de que un derrame cerebral ocurre, aunque también puede haber síntomas más sutiles como pérdida de fuerza en alguna extremidad, ante lo cual la atención médica es urgente", apuntó.