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Irán ha sido objeto de numerosos ataques informáticos en los dos últimos años, que el gobierno de Mahmoud Ahmadinejad ha adjudicado a Israel y a los Estados Unidos, a quienes considera sus enemigos. Algunos analistas apuntan que esas ofensivas tienen por objetivo retrasar las ambiciones nuclearles de ese país -plan del que se sospecha tiene fines bélicos- y aunque Teherán ha negado que hayan impacto en su programa, expertos sostienen que sí ha afectado su desarrollo.

El último de estos ataques ocurrió el domingo. Según informó la agencia Mehr, la central de isla de Jarg -la principal del país y de la que depende el 90% de sus exportaciones de petróleo- fue desconectada a raíz de ello, al igual que otras instalaciones. También sufrieron problemas los sitios del Ministerio del Petróleo y de la compañía petrolera nacional NIOC.

Según reportes de distintas agencias de noticias, el virus había sido concebido para destruir ficheros y dañar los discos duros de los ordenadores. Un vocero del Ministerio, Alireza Nikzad, confirmó que el virus había logrado borrar información de los servidores oficiales. "Decir que ningún dato se vio afectado no es correcto. Sólo los datos relacionados con ciertos usuarios resultaron comprometidos", precisó.

Mediante un comunicado, el Ministerio del Petróleo dijo el martes que sus sistemas de informática no sufrieron daños duraderos, pero que sus expertos necesitarían dos a tres días para investigar y abordar el impacto del virus.

"Afortunadamente, debido a medidas tomadas inmediatamente por nuestros expertos, este Ministerio no sufrió daños en sus datos informáticos", dijo el jefe del equipo de Defensa Civil del Ministerio, Hamdullah Mohammadnejad. "Todas las unidades con la industria petrolera hacen copias de seguridad a diario y a largo plazo. Pero en casos en los que la información fue perjudicada en alguna medida, se están reemplazando las copias de seguridad", agregó.