Los ríos Yangtsé y Perla son las únicas grandes vías fluviales del país que presentan unos niveles de calidad aceptables.
© KcnonnorsEl Gobierno limitará las nuevas construcciones en los valles de los ríos más contaminados.
El 57% del agua subterránea de China no tiene la calidad suficiente y se puede convertir en un peligro para los habitantes del gigante asiático. Según datos oficiales, más de la mitad de diversos puntos hídricos del país, analizados durante seis meses, presenta niveles de agua "contaminada" o "muy contaminada". El Gobierno chino se ha visto obligado a tomar medidas de protección de los recursos hídricos del país, como limitar la construcción.
El 57% del agua subterránea de China no tiene la calidad suficiente y se puede convertir en un peligro para los habitantes del gigante asiático.
Según los datos oficiales recogidos en las mediciones realizadas a lo largo de los últimos seis meses en diferentes puntos de la geografía de este país, más de la mitad de los puntos analizados presentan niveles de "contaminada" o "muy contaminada", informa la agencia
Xinhua. Los datos, que ha hecho públicos el Ministerio de Protección del Medio Ambiente, señalan que de los siete grandes ríos, tan solo los cauces del Yangtsé y del Perla presentan una buena calidad en sus aguas.
Cuatro de ellos presentan índices de contaminación moderados y el Haihe, al norte del país y que pasa por ciudades como Beijing -la capital- y Tianjin -uno de los principales centros industriales de la región-, está muy contaminado.
De hecho, la situación de este río es crítica desde hace varios años, cuando se detectaron más de 200 grietas fruto de corrimientos de tierras provocados por la extracción de sus aguas subterráneas.
El 98% de los recursos hídricos de su cauce han sido explotados, lo que puede provocar graves desastres ecológicos (la media de explotación de los ríos en el mundo se sitúan en el 40%).
Limitar la construcción Está situación ha obligado al Gobierno chino a adoptar medidas excepcionales, como prohibir la construcción de edificios en zonas donde existan recursos hídricos, a no ser que los constructores se comprometan a adoptar medidas que garanticen que no se van a contaminar las aguas y se ubiquen en zonas específicas bajo control del Ejecutivo.
El Ministerio establecerá estrictos controles de calidad de las aguas en estas zonas. Estas medidas pretenden compatibilizar el desarrollo económico con la protección del medio ambiente, ya que según los datos oficiales, cerca de 300 millones de personas que viven en zonas rurales -las más atrasadas- no tienen acceso al agua potable.
Del mismo modo, el Ministerio ha anunciado otro paquete de medidas con la intención de proteger los acuíferos ubicados en zonas con menor densidad de población, pero donde existen importantes instalaciones de industria pesada, básicamente derivadas del sector petroquímico, o actividad minera.
Estas medidas, según responsables de la administración, se enmarcan dentro del plan cuatrienal que se puso en marcha en 2011, y que tiene como objetivo que el 60% de los grandes ríos y lagos del país estén limpios y puedan convertirse en fuentes de agua potable en 2015 para las zonas de población por donde discurran.
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