Ciclos de 10 años afectan el Vórtice Polar y las zonas de hundimiento del Mar Atlántico Norte.
Vientos de la estratósfera1
© Thomas Reichler-Universidad de UtahLa concepción del artista muestra cómo los cambios en los vientos del vórtice polar en la estratosfera pueden influir en el Atlántico Norte para provocar cambios en la cinta transportadora de la circulación oceánica mundial.
El investigador, Thomas Reichler, de la Universidad de Utah presentó ayer evidencias de que los vientos de la estratósfera cambian cada década, influenciando de esta manera a las corrientes oceánicas del Atlántico y al clima terrestre.

Los cambios periódicos de estos vientos que circulan entre 15 a 30 millas de altura, y que corresponden a la estratósfera, influyen en los mares al golpear una zona particular muy vulnerable del Océano Atlántico Norte, a la cual Reichler llamó el 'talón de Aquiles'.

Desde ahí se inicia el cambio de los patrones de circulación oceánica que se encuentran a una milla de profundidad en el Océano, informa la Universidad.

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© Universidad de UtahThomas Reichler, de la Universidad de Utah científico atmosférico.
"No es nuevo que la estratósfera influya en la troposfera", la parte de la atmósfera entre las 6 y 30 millas de altura, dice Reichler, profesor asociado de ciencias atmosféricas de la Universidad de Utah. "Tampoco es nuevo que la troposfera influya el océano", agrega. "Pero ahora hemos demostrado realmente un vínculo completo entre la estratósfera, la troposfera y el océano".

Usando los registros de las observaciones del tiempo, y mediante 4000 simulaciones, el Dr. Reichler más un equipo de especialistas atmosféricos, oceanográficos, además del Instituto Max Planck de Meteorología de Hamburgo, Alemania, encontraron que existe una "asociación sorprendente" entre el cambio decenal de los vientos estratosféricos conocidos como vórtice polar y los cambios rítmicos de la circulación de las aguas profundas.

Cuando hay un calentamiento en la estratósfera y suben las temperaturas en el vórtice polar, que circula sobre el Ártico a 80 metros por hora, sus vientos se debilitan o cambian de dirección. Al ocurrir esto, en 60 días propaga sus efectos hacia abajo a través de la atmósfera a los océanos. Lo notable es que estos cambios se producen repetidas veces en una década sí, y en la siguiente no.

Estos cambios afectan a las zonas vulnerables, como "el talón de Aquiles de Atlántico Norte" y de esta manera se propagan modificando la Circulación Meridional Atlántica, que es una cinta transportadora de movimiento del agua que afecta a los océanos del mundo.

Además de este ciclo decenal, el profesor explica que el clima en la estratósfera puede ser alterado o modificado, por el agujero de Ozono, o la quema de combustible que añade dióxido de carbono a la estratósfera, lo cual afecta en esta cadena que termina cambiando el clima global terrestre.

La zona más vulnerable del Atlántico Norte, que causará los siguientes efectos en cadena, está en el Mar en Groenlandia, en la parte donde el agua empieza a hundirse por el efecto de alta densidad provocado por lo frío y salado.

La importancia de este punto en el mar es que es una zona muy sensible. Basta un pequeño cambio en la atmósfera, ya sea de calentamiento o enfriamiento para que se active o se retrase el hundimiento. Según Reichler, el talón de Aquiles del Océano Atlántico es justamente este Mar de Groenlandia, que impulsaría la circulación oceánica con el cambio del hundimiento.

El estudio reveló que durante 10 años, cada dos años en promedio, el aire estratosférico se interrumpe de improviso y por consiguiente el vórtice polar se vuelve más cálido, débil o cambia de dirección a las agujas del reloj, ya que normalmente gira anti horario alrededor del Polo Norte.

Para los científicos este cambio es uno de los "reordenamientos catastróficos de la circulación en la estratósfera" y que suele durar hasta dos meses.

Estos cambios son con frío o calor en el mar, afectando al patrón de baja presión centrado sobre Groenlandia, conocido como Oscilación del Atlántico Norte, y al patrón de alta presión sobre Los Azores hacia el Sur. Los cambios hacen que el patrón pueda revertir u oscilar.

Con las simulaciones, los científicos evidenciaron que cada década hay cambios correlativos del vértice polar, las Oscilaciones de la Presión atmosférica en el Atlántico Norte y la circulación del mar a una milla bajo las olas.

El profesor Thomas Reichler, la científica atmosférica Elisa Manzini, el oceanógrafo Jurgen Kroger, y el doctor Junsu Kim concluyeron que hay "un impacto significativo estratosférico en el océano, y los recurrentes eventos del vórtice estratosférico crean perturbaciones de larga duración en la superficie del mar, que penetran en lo profundo y gatilla un efecto de variabilidad multidecadal en su circulación.

"Esto nos lleva al hecho notable de que las señales que emanan de la estratósfera cruzan todo el sistema atmósfera-océano".