Ha sido el último discurso de Pablo Iglesias como eurodiputado ante el Parlamento Europeo, pero él mismo ha advertido que la situación que denunciaba hace 15 meses, en su primera intervención ante la cámara está lejos de solventarse.
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© EFEPablo Iglesias, hasta hoy eurodiputado, en una de sus intervenciones en una sesión plenaria del Parlamento Europeo.
Como adelantaba Publico este lunes
, el secretario general de Podemos ha hecho pública este martes su intención de abandonar su escaño para centrarse en la campaña electoral para el 20-D, y lo ha hecho denunciando la "hipocresía" y las "lágrimas de cocodrilo" de la cámara ante situaciones como el drama que viven hoy miles de refugiados que huyen de la guerra y se encuentran con fronteras bunkerizadas.

En julio de 2014, en su primera intervención, Iglesias defendió la necesidad de crear una Europa que protegiera realmente a los más débiles, y cree que su discurso sigue vigente. "La crisis de los refugiados no se resuelve con alambradas y policías", esgrimía este martes ante el pleno de la cámara, en Estrasburgo. A su juicio, "humillar a estos refugiados" es "humillar a Europa", como lo es también "acabar con el estado de bienestar, o entregar a gobiernos a la arrogancia de poderes financieros".

En esta línea, el todavía portavoz de Podemos en la Eurocámara ha cargado contra el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, presente en la cámara, al que ha acusado de "favorecer al fraude fiscal" en su etapa como primer ministro de Luxemburgo, cuando más de 300 multinacionales firmaron acuerdos secretos con el Gran Ducado para pagar menos impuestos. "Usted se sienta ahí, señor Juncker, porque los socialistas lo han permitido", esgrimía.

Iglesias cargaba así contra ha llamado la Gran Coalición de socialistas y conservadores en la cámara, a la que acusa de estar "de acuerdo con la situación de miseria y humillación de millares de familias" que piden ayuda en las fronteras sin poder cruzarlas. Recuerda que Europa no puede olvidar las consecuencias que implica la guerra, y alaba la labor de los españoles "que lucharon contra el fascismo y el horror".

También pide a la cámara que respete la voluntad democrática de países soberanos como Portugal, donde las fuerzas de izquierdas intentan organizarse para formar Gobierno tras las recientes elecciones generales: "Aprendan ustedes a respetar la democracia en Portugal", apuntaba.

En definitiva, el líder de Podemos deja el Europarlamento con el mismo mensaje que abanderó al entrar, cuando disputó el liderazgo de la cámara al socialista Martin Schulz, actual presidente: hay que cambiar radicalmente la política exterior europea. "Dejen de jugar al ajedrez con los pueblos europeos", zanjaba.