Las primeras cifras conocidas fueron bastante negativas: 85.000 antílopes Saiga murieron en un solo día en mayo de este año, y otros 60.000 murieron poco después.
© CC BY-SA 3.0Un Saiga macho.
Pero la cifra total publicada ahora por los investigadores es de 211.000, que representa el 88% de los antílopes en el desierto de Kazajistán.
Las extrañas muertes masivas impulsaron a científicos de Kazajistán, China, Rusia y varios otros países a reunirse con un representante de la ONU para intentar entender qué pasó.
Llegaron a la conclusión de que una bacteria jugó un rol en la aniquilación de los antílopes, pero todavía no están seguros de cómo fue que los microbios normalmente inofensivos se cobraron tantas vidas.
"La extensión de las muertes y la velocidad con la que ocurrieron, esparciéndose por toda la manada y matando a todos los animales, es algo que no se ha visto en ninguna otra especie", dijo el geoecólogo Steffen Zuther a Live Science. "Realmente es inaudito".
Todavía quedan muchas preguntas, por ejemplo, ¿por qué algunas manadas sufrieron una mortalidad cercana al 100% en menos de 24 horas?
"Esto realmente no es normal para un sistema biológico. Es extraño, extremadamente raro y no tiene mucho sentido. Generalmente, en un sistema, es un porcentaje el que muere y se enferma", comentó Richard A. Kock, del Real Colegio Veterinario de Londres, a The Guardian.
© Dominio públicoIlustración de antílopes Saiga.
Otra causa posible es el clima, un frío invierno seguido de una primavera húmeda.
El estudio de las criaturas y los intentos por aclarar qué sucedió continuarán, pero es difícil verlo después de que años de esfuerzos por conservar la especie impulsaron la población de Saiga de 50.000 a más de 250.000.
Lo que es peor es que Kock advirtió que en el futuro podría haber una extinción total."En esta situación, es una cuestión de suerte", dijo.
"Si pierdes el 100% de una población, quedan pocas poblaciones y todas se ven afectadas al mismo tiempo, eso es... Si tiene que ver con el cambio climático, la frecuencia [de las muertes] aumentará y en ese caso la extinción podría ser inevitable".
Comentario: Esta muerte masiva de animales nos recuerda a la misteriosa enfermedad que sufrieron meses atrás las estrellas de mar y que acabó con el
95% de estas criaturas marinas en la costa oeste de EE.UU. La revista
Science planteaba la hipótesis de una epidemia por parte de algún
virus letal.
Parece que los microbios son más peligrosos de lo que parece. También hemos estado compartiendo en los últimos meses los resultados de
nuestras investigaciones sobre la influencia de los virus en el cuerpo humano. Parece que
tal y como es abajo, es arriba. Al igual que las estrellas de mar y los antílopes, los seres humanos también estamos viviendo en
tiempos de peste.
Científicos han llegado a revelar que nuestras bacterias intestinales
pueden incluso influir en el estado de ánimo de las personas y
cómo los probióticos podrían ayudarlo a sanarCada minuto que pasa se hace más necesario comprender qué está ocurriendo.Como desde SOTT hemos expuesto repetidas veces,
hay una alta probabilidad de que nuevos virus y patógenos sean periódicamente traídos al planeta desde el espacio exterior por escombros o rocas espaciales. Además, hay una fuerte evidencia que vincula el paso de cuerpos celestes por los cielos de nuestro planeta con el advenimiento de pestes y enfermedades.
Hoy ya no hay dudas de que las rocas espaciales transportan microorganismos y material orgánico.
Parte de este material son
agentes patógenos para los que nuestro sistema inmune no está preparado y puede que el de los antílopes y las estrellas de mar tampoco.
Debido
al incremento exponencial de bolas de fuego e incluso impactos registrados en los últimos años, el riesgo de contagio con patógenos contenidos en estos cuerpos celestes también se incrementa.
Comentario: Esta muerte masiva de animales nos recuerda a la misteriosa enfermedad que sufrieron meses atrás las estrellas de mar y que acabó con el 95% de estas criaturas marinas en la costa oeste de EE.UU. La revista Science planteaba la hipótesis de una epidemia por parte de algún virus letal.
Parece que los microbios son más peligrosos de lo que parece. También hemos estado compartiendo en los últimos meses los resultados de nuestras investigaciones sobre la influencia de los virus en el cuerpo humano. Parece que tal y como es abajo, es arriba. Al igual que las estrellas de mar y los antílopes, los seres humanos también estamos viviendo en tiempos de peste.
Científicos han llegado a revelar que nuestras bacterias intestinales pueden incluso influir en el estado de ánimo de las personas y cómo los probióticos podrían ayudarlo a sanar
Cada minuto que pasa se hace más necesario comprender qué está ocurriendo.Como desde SOTT hemos expuesto repetidas veces, hay una alta probabilidad de que nuevos virus y patógenos sean periódicamente traídos al planeta desde el espacio exterior por escombros o rocas espaciales. Además, hay una fuerte evidencia que vincula el paso de cuerpos celestes por los cielos de nuestro planeta con el advenimiento de pestes y enfermedades.
Hoy ya no hay dudas de que las rocas espaciales transportan microorganismos y material orgánico.
Parte de este material son agentes patógenos para los que nuestro sistema inmune no está preparado y puede que el de los antílopes y las estrellas de mar tampoco.
Debido al incremento exponencial de bolas de fuego e incluso impactos registrados en los últimos años, el riesgo de contagio con patógenos contenidos en estos cuerpos celestes también se incrementa.