Las víctimas fueron trasladadas a dos hospitales locales y sus heridas no eran mortales, según informó el departamento de Policía de Mineápolis en un comunicado.
Además, la Policía comunicó a través de su cuenta en Twitter que busca a los sospechosos, tres varones blancos, y que aún no había realizado detenciones en relación con el suceso.
Estos hechos se produjeron durante una protesta contra la muerte de Jamar Clark, un joven negro que iba desarmado, a manos de la fuerza policial local.
Según Miski Noor, un representante del movimiento, "un grupo de supremacistas blancos se presentó en la protesta, como casi todas las noches". Cuando una docena de personas intentaron alejarles del lugar, los contramanifestantes abrieron fuego e hirieron a cinco personas, publica 'The Guardian'.
Los defensores de los derechos de los afroamericanos han prometido que no se dejarán intimidar por lo sucedido. "Les necesitamos aquí mañana. No nos van a intimidar", ha publicado Black Lives Matter en Twitter.
Jamar Clark, de 24 años, recibió un disparo en la cabeza este domingo durante un enfrentamiento con la Policía. Varios miembros sindicales de la Policía explicaron que el joven no estaba esposado y trató de quitarle la pistola a un oficial, pero algunos testigos han desmentido este hecho y han asegurado que Clark sí estaba esposado y se encontraba en el suelo cuando le dispararon, indicó el periódico británico.
2 black men just got shot in Minneapolis at #4thPrecinctShutDown pic.twitter.com/aS1GjXqVG3— Lorena de la Cuesta (@LorenadlaCuesta) November 24, 2015
Comentario: Éste es un hecho demasiado incendiario para la ya frágil situación de división racial en Estados Unidos. Una protesta en contra de la brutalidad policial, que en este país continúa sin consecuencia alguna, se encuentra con un grupo de personas dispuestas a disparar a los participantes. Esto ocurre en medio de tiroteos en lugares públicos y escuelas que ocurren casi diariamente en todo el país, acompañados de una fuerza policial asesina para la que parece que desobedecer sus indicaciones significa perder el derecho a la vida. Todo en una nación que está guerra perpetua en el exterior, endeudada con cifras inimaginables, y que tiene un sistema legal y político completamente corrupto y controlado por las corporaciones que envenenan a la población en nombre de las ganancias.
La verdad que el porvenir no pinta muy bien para EE.UU. Recomendamos leer el Enfoque SOTT: Aumenta la guerra racial en Estados Unidos: ¿Quién se beneficia de un tirador mentalmente controlado en Charleston?