Además, la deriva autoritaria del presidente Recep Tayip Erdogan desde el fallido golpe de Estado, el pasado mes de julio, y la posterior represión sin precedentes contra la prensa, ha elevado el número total de periodistas encarcelados en todo el mundo a 259: la cifra más elevada desde que el CPJ comenzó a recopilar estadísticas sobre casos de periodistas presos, en 1990.
Por su parte, China, país que tuvo el peor registro de periodistas encarcelados en 2014 y 2015, ha descendido al segundo puesto, con 38 periodistas en prisión. Egipto, Eritrea y Etiopía ocupan el tercer, cuarto y quinto puesto, respectivamente, entre los países con el peor registro de periodistas presos. En conjunto, estos cinco primeros países representaron más de dos terceras partes de los profesionales de la información encarcelados en todo el mundo.
Según Joel Simon, director ejecutivo del CPJ, es escandaloso que los gobiernos violen sus compromisos internacionales al encarcelar periodistas y suprimir expresiones críticas:
"Los periodistas que recogen y difunden información prestan un servicio a la sociedad, y sus derechos están protegidos en virtud del derecho internacional".En ese sentido, subraya el responsable de la ONG, "Turquía está a la vanguardia de esta tendencia autoritaria. Cada día que los periodistas sufren en las cárceles turcas, en violación de las propias leyes turcas, la posición internacional de Turquía queda rebajada".
Comentario: Encarcelar a las personas que sí se ocupan de decir la verdad, debería ser un castigo. Ningún gobierno debería de permitir que las voces sean silenciadas. Eso no es más que un símbolo de represión y autoritarismo como lo menciona el artículo. Pero claro, cuando el gobierno es el represor y autoritario, no le conviene que se hable con la verdad de lo que realmente está pasando en ese país.