Uno de los resultados de la presidencia de Barack Obama es la sensación de que EEUU ha dejado de ser la potencia mundial dominante. Y Rusia es el primer país en entenderlo, escribe el columnista de Bloomberg, Leonid Bershidsky.

Los jefes de la diplomacia de Rusia, Irán y Turquía se reunieron en Moscú el 20 de diciembre para elaborar un plan sobre el conflicto en Siria. EEUU, apunta el periodista, no fue invitado. En cambio, los titulares firmaron una declaración conjunta según la cual los tres países están dispuestos a servir como garantes de un acuerdo entre el Gobierno de Bashar Asad y la oposición. El documento dice que "otros países que influyen en la situación" pueden unirse a la iniciativa.
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© REUTERS/ Kevin Lamarque

Según Bershidsky, este tipo de llamadas son las que lleva haciendo el propio Washington desde el final de la Guerra Fría. Ahora los tres países, incluida Turquía, "un aliado cada vez más nominal de EEUU", se sienten suficientemente empoderados como para asumir su papel en un área, donde opera "la mayor amenaza para el Occidente, Daesh" —organización terrorista proscrita en Rusia y otros países—.


Comentario: Tal vez no es tanto que la influencia de Washington haya sido disminuida por Barack Obama. Pero estos tres países han sido víctimas de los juegos manipulativos de Washington por décadas. Más recientemente, Rusia, con el asesinato de su embajador en Turquía. EEUU ha dejado su posición clara y sus movimientos - especialmente este último año - han sido desastrosos y han causado resultados opuestos a lo que desearía Washington.


"Rusia nunca ha sido reacia a negociar con EEUU, y lo ha tratado de hacer en más de una ocasión en Siria. Pero esto no ha servido de nada debido a la falta del consenso dentro de la Administración de Obama acerca de hacer acuerdos con Putin", destaca el autor.

Además, aunque "los contactos entre los dos países se mantienen", EEUU "siempre se aleja de lo que se ha acordado", agrega Bershidsky, citando al ministro de Interiores de Rusia, Serguéi Lavrov.

Por lo tanto, el Kremlin está buscando rutas hacia otros jugadores importantes en Oriente Próximo, cuyos "procesos de tomar decisiones" se parezcan más a los de Moscú que a los de Washington.
"Turquía, Arabia Saudí y Catar no tienen que traicionar a EEUU para hablar con Moscú, pero tampoco sienten la necesidad de invitarle", indica.
China por su parte, prosigue, "no solo hizo caso omiso de las exigencias de EEUU" de dejar de reclamar las disputadas islas Spratly, ubicadas en el Mar de China Meridional. Pekín militarizó el archipiélago, aunque sin atacar a los buques o aeronaves estadounidenses.
"Pero al capturar un dron sumergible de EEUU, China cuidadosamente demuestra su capacidad de hacerlo", apunta el columnista.
El público británico tampoco "hizo caso a las advertencias de Washington cuando votó por la salida de la UE". Y por el momento, el Gobierno del país —"el aliado más especial de EEUU en Europa"— sigue ignorando los intereses estadounidenses al mantener la incertidumbre sobre su futuro acuerdo con la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión. Otros países europeos también siguen alejándose de Washington, expresa.

De hecho, Obama "no ha hecho nada bueno para Europa" durante sus ochos años en la Casa Blanca. Por ejemplo, detalla el periodista, los fracasos de EEUU en Libia y Siria "inundaron la UE con refugiados, pero EEUU no ofreció ayuda".


Comentario: Sin olvidarnos de las sanciones antirrusas que han herido de manera significativa a Europa. Todas impulsadas desde Washington.


Durante la presidencia de Obama, EEUU logró proyectar una imagen de un "país enteramente enfocado en sus propios intereses, a veces disfrazados de valores", pero no dispuesto a apostar mucho para defenderlos.

"EEUU ha logrado parecer pasivo-agresivo tanto a los aliados, como a los enemigos", profundiza Bershidsky.

Así, la creciente tendencia de alejarse de EEUU, según el periodista, es el resultado directo de la falta de coherencia de la política exterior de Obama, "basada en los valores". No obstante, la mayoría de los países no los comparte y acusa a EEUU de hipocresía y arrogancia.
"La situación en Siria ha convencido a muchos líderes mundiales de que Vladímir Putin es un socio más importante que EEUU", concluye.