El diputado serbio Vladímir Djukanovic compartió con Sputnik sus impresiones acerca de la sesión primaveral de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, llevada a cabo en la capital de Georgia, Tiflis.

El informe de la Comisión de Economía y Seguridad de la OTAN fue el punto clave en la agenda de la sesión primaveral de la Asamblea Parlamentaria de la Alianza Atlántica.
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© AP Photo/ Shakh Aivazov

El documento, elaborado por el diputado británico Richard Benyon, responsabiliza a Serbia de la tensión general en los Balcanes. La delegación serbia, por su parte, anunció un conjunto de enmiendas al informe calificándolo como unilateral.

Según Jukanovic, el tema de Serbia ocupó no más de diez minutos de la sesión, pero la Comisión de Economía y Seguridad parece haberlo tomado en serio. Asimismo, por el momento se desconoce si la versión del informe presentada en Tiflis será aprobada durante la sesión otoñal de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, que tendrá lugar en Bucarest.

No obstante, según el diputado, el hecho de que los representantes de la Alianza planeen venir a Belgrado significa que el país es de mucha importancia para la OTAN.

"Están dispuestos a escucharnos, ya que se dan cuenta de nuestro papel importante en la región", apuntó.

Resumiendo sus impresiones de la reunión en Tiflis, Djukanovic subrayó que en las filas de la Alianza sigue prevaleciendo la "histeria antirrusa", dominada por los países bálticos, Georgia y Ucrania, apoyados por EEUU y el Reino Unido.

Otros estados siguen condenando a Rusia, pero ya no al mismo grado que los países mencionados.

"Por ejemplo, el presidente del Parlamento de Ucrania, Andréi Parubi, instó a imponer a Rusia unas sanciones más severas, pero no encontró aprobación", señaló Djukanovic.

La demanda de que cada miembro de la OTAN gaste un 2% de su PIB en la Alianza provocó fuerte oposición por parte de los parlamentarios españoles, portugueses y franceses, comentó el político. De esta manera, no se pudo conseguir ningún compromiso en esta materia.

Sin embargo, Georgia sorprendió a todos al insistir en que el pago para las necesidades de la OTAN debería alcanzar un 6% del PIB, concluyó Djukanovic.