Charlottesville car crowd
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Dejemos algo en claro acerca de la marcha "Unir a la Derecha" [Unite the Right] en Charlottesville, Virginia, el fin de semana pasado. Fue organizada por elementos extremistas, gente que son de hecho racistas y adoptan explícitamente el fascismo. Lo podemos ver en el hecho de que sólo atrajo a unos pocos cientos de personas a su causa, y que, en escenas que se parecen a la Ucrania "liberada" de Victoria Nuland, portaban cascos al estilo nazi, símbolos nazis, y desfilaron con antorchas mientras cantaban "los judíos no nos reemplazarán". Incluso miembros de la milicia que acudieron se distanciaron de "aquellos lunáticos". Sin embargo, el motivo por el cual saltaron a su defensa es otra cuestión; regresaré a ello más adelante.

Mientras que puede resultar agradable ver a los medios masivos de Occidente condenar sus payasadas sin lugar a dudas -una tarea facilitada por un fan de Hitler que se lanzó a un ataque asesino- sus vociferantes acusaciones sólo exponen su repugnante hipocresía al disculpar las payasadas igualmente neonazis que han sido vívidamente mostradas en Ucrania desde 2014. Como todos en la esfera oficial, los medios masivos sólo gritan "¡nazi!" cuando es políticamente conveniente.

Es muy conveniente que las secuelas de los eventos en Charlottesville sirvan para dividir a la derecha y socavar por lo general la respuesta popular conservadora en contra de los cánones liberales y sus servidores ultra-liberales en la academia y otros campos, que promueven sus propias versiones de absurda ideología extremista, como las "políticas de identidad", un sinsentido que está activamente socavando el tejido social, dividiendo a la población a lo largo de muchas líneas, y abriendo la puerta a sólo Dios sabe qué horrores están por venir.

Que lo llamen como quieran: derecha alternativa, nueva derecha, republicanismo verdadero, conservatismo, valores tradicionales; la gente optó por Trump el pasado noviembre porque él era la opción más sensata. Eso necesita enfatizarse; los estadounidenses votaron por Trump por razones que tienen que ver con el sentido común, no por ideología. Trump, en otras circunstancias, hubiera podido venderse al Partido Demócrata y ser utilizado para tomar el poder, y los votantes, en otras circunstancias, hubieran podido elegir a Sanders como su modo de enviarle una bomba Molotov a Washington.

Charlottesville riot
James Alex Fields Jr., acusado de asesinato después de que condujera su auto a toda velocidad en contra de manifestantes antagonistas durante la marcha "Unir a la Derecha" en Charlottesville, Virginia, el sábado 12 de agosto de 2017.
La ideología y los ideólogos de las variedades tanto de izquierda como de derecha no le interesan a la mayoría de la gente. Hizo falta que Clinton etiquetara a las masas de estadounidenses como "simpatizantes de la derecha alternativa", cuando usó el término en un discurso de campaña el pasado agosto, para que la mayoría se enterara de la existencia de una cosa llamada "derecha alternativa". Casi nadie se identificaba con ella hasta que esa identidad fue elegida para ellos por el sistema. Sabemos que el FBI y otras agencias han dirigido programas COINTELPRO [N. del T.: de contrainteligencia] contra cada organización política o semi-política en Estados Unidos desde siempre. Nos encontramos recientemente con un posible caso más: Jason Kessler, el organizador de la marcha "Unir a la Derecha", el tipo que literalmente vimos huir corriendo de la ciudad durante su conferencia de prensa el domingo, fue hasta noviembre de 2016 un simpatizante de Obama y previamente un activista de extrema izquierda dentro del movimiento Ocupa Wall Street.

Lo que pretende volvernos locos es la mezcla deliberada de ideologías (y mientras más extremas mejor) con causas justas. Mientras que los ideólogos de la extrema izquierda atacan los símbolos culturales que tienen gran peso en las creencias de la mitad de la población del país (hipotéticamente hablando), un modo seguro de generar una fuerte respuesta pública es destruir estatuas que representan o se asocian con el lado que perdió la guerra en la que Estados Unidos literalmente se desgarró, y de la cual podría decirse que nunca sanó. Pero la voz de esa masa de sentido común (la mayoría predominantemente conservadora) no puede escucharse por encima del barullo porque les han ganado la causa los autodenominados defensores de las tradiciones y la historia conservadoras: los locos de extrema derecha y poca inteligencia que portan antorchas y cascos de la 2ª Guerra Mundial.

Durham confederate statue
Guerreros de Justicia Social y radicales de la izquierda alternativa celebran luego de destruir la estatua de un soldado confederado en Durham, Carolina del Norte, el lunes 14 de agosto de 2017.
Note cuán envalentonada está la izquierda desde Charlottesville. Las autoridades locales en muchas ciudades están considerando acelerar el programa de destruir o retirar símbolos confederados; grupos de intereses minoritarios especiales están pidiendo literalmente que cada pueblo y ciudad de EEUU, "retiren o cambien el nombre de cualquier cosa nombrada en honor a los simpatizantes confederados," y los sobreexcitados Guerreros de la Justicia Social no están esperando a recibir sus órdenes.

Bajo la cobertura de la oscuridad, el consejo de la ciudad de Baltimore retiró ayer por la noche 4 estatuas de los confederados. De hecho, una de ellas no tenía relación con la Guerra Civil; era la estatua de un juez de la Suprema Corte que a la izquierda no le gusta porque dio un veredicto "racista"... ¡en 1857! Cualesquiera que sean las "sólidas razones" que uno pueda dar acerca de los méritos de destruir o retirar monumentos de personajes históricos que tenían algunos puntos de vista que ahora son generalmente considerados antisociales o inhumanos, éstas no están balanceadas por la consideración de las contribuciones positivas que estas figuras hicieron a sus comunidades y su país, contribuciones que forman el fundamento de la experiencia histórica y cultural compartida en Estados Unidos (con todos sus defectos).

¿Le recuerdan algo tales acciones extremas? ¿La destrucción con explosivos por parte de los talibanes de estatuas de Buda de 1.500 años de antigüedad en Afganistán? ¿La destrucción por parte del Estado Islámico de artefactos de "idolatría" en Siria, quizás? ¿La reescritura de Polonia de su historia para disimular sus días soviéticos? ¿O la "revolución cultural" de Mao en China? ¿Qué tan lejos van a llevar esto? ¿Es éste el Año Cero de Estados Unidos?
La idea detrás del Año Cero es que todas las culturas y tradiciones dentro de una sociedad deben ser completamente destruidas o desechadas y una nueva cultura revolucionaria debe reemplazarla, comenzando desde cero. Toda la historia de una nación o pueblo antes del Año Cero es considerada mayoritariamente irrelevante, de modo que idealmente será purgada y reemplazada desde abajo.
Trump deep state
Cuando Clinton y otros grandes Monstruos del Pantano anunciaron que lanzarían una campaña nacional de resistencia contra Trump inmediatamente después de haber sido elegido, sin duda que no estaban bromeando. Después de meses de violencia llevada a cabo por la extrema izquierda en eventos conservadores, alentados a cada paso por los medios, el presidente fue arengado sin piedad después de la pelea de Charlottesville por no haber seguido la línea del partido de condenar sólo a la extrema derecha.

Esta estrategia de atacar símbolos culturales y después manipular a unos extremistas para que luchen contra otros extremistas con el fin de manchar y silenciar a la mayoría es una táctica de manual para dividir y conquistar. Ha sido utilizada una y otra vez por las autoridades para asegurar que el enojo público se dirija hacia dentro, en lugar de hacia arriba, hacia los psicópatas corruptos y promotores de guerras en Washington (tanto los elegidos como los no elegidos). En cierto nivel, creo que están motivados a continuar el proceso de intimidar a un presidente popular hasta su sumisión porque quieren castigar al pueblo estadounidense por su "deslealtad".

El probable resultado de "Unir a la Derecha" es que va a dividir a la derecha, y va a entorpecer significativamente la respuesta popular conservadora en contra del Establishment de EEUU... por ahora. A medida que la élite corrupta continúe utilizando y abusando de la gente, los sentimientos forzados de vergüenza por tener valores "conservadores" y no estar completamente de acuerdo con las ideologías "utópicas" de izquierda pueden terminar por provocar un contragolpe de la mayoría silenciosa. Qué Dios ayude a quien se encuentre en el lado equivocado cuando ese día llegue.