Para muchas personas y empresas las redes móviles 4G todavía son un sueño pero aún así la industria de las telecomunicaciones ya está preparando la llegada del 5G. Hace tiempo que los intereses de las diferentes industrias y las personas difieren. Las primeras buscan una lógica rentabilidad para sus inversiones y si la tecnología que ofertan ofrece réditos sociales pues mejor. Las segundas se debaten entre el espejismo del marketing empresarial y los posibles daños a la salud pública, que eso sí que no ¿verdad?
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Más no tiene porqué ser siempre mejor. Yo no tengo nada contra la tecnología en sí. Es más, dado que vamos a tratar de contaminación electromagnética os cuento que tengo dos teléfonos móviles. Uno, el bueno, para trabajar. El otro, uno sencillo, para la bici. Mi "burra" es eléctrica. Es una bici de montaña con garantías para que ella y yo hagamos el burro. Tiene un motor y una batería que se carga en la red eléctrica.

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Cuando quiero comprobar cómo están el motor o la batería o seguir una ruta y tener todos los datos de la misma a mano (velocidad, distancia, altura) o cuando quiero cambiar la potencia con la que el motor me ayuda a pedalear lo hago desde mi móvil con un programa específico.

Esto último también puedo hacerlo desde un mando anclado al manillar, por bluetoothy con la misma tecnología pero desde el otro lado del manillar con sólo apretar un botón subo o bajo el sillín a placer (muy útil cuando llega una bajada muy inclinada y técnica).

No sé cual es el posible impacto de las ondas de radiofrecuencia del bluetooth en mis testículos pues cerca de los mismos, bajo el sillín, éste recibe la señal de bajar o subir. Espero que ninguno pero por eso quiero saber.

Os cuento todo esto porque más de 180 científicos están pidiendo a la Unión Europea (UE) una moratoria para las redes 5G por sus posibles riesgos para la salud. La evidencia científica (pruebas) actual demuestra que los campos electromagnéticos de las telecomunicaciones son perjudiciales para los seres humanos y el medio ambiente.

Los científicos independientes indican que límites actuales de su exposición responden a los intereses de la industria y no protegen adecuadamente la salud. Colectivos vecinales, ecologistas, de consumidores, de defensa de salud y de personas electrosensibles denuncian que la UE no haya tenido en cuenta los efectos en la salud para la población

Los científicos firmantes consideran que la expansión de la 5G atenta contra el Principio de precaución. Resaltan estos profesionales que la Agencia Europea del Medio Ambientelleva tiempo alertando sobre los riesgos de la radiación de los dispositivos inalámbricos de uso cotidiano.

Mencionan efectos de los campos electromagnéticos y radiofrecuencias que:
"incluyen aumento del riesgo de cáncer, estrés celular, aumento de los radicales libres dañinos, daños genéticos, cambios estructurales y funcionales del sistema reproductivo, déficit de aprendizaje y memoria, trastornos neurológicos e impactos negativos en el bienestar general de los seres humanos".
No afecta solo a los humanos:
"ya que hay evidencia creciente de efectos nocivos tanto para los animales como para las plantas".
Los firmantes instan a la Unión Europea a tomar medidas para detener la expansión de las redes 5G, aplicar las recomendaciones de la Resolución 1815 del Consejo de Europa a sus estados miembros para tomar todas las medidas razonables para reducir la exposición a los campos electromagnéticos, especialmente a las radiofrecuencias.

Quieren que se reduzcan los límites legales de exposición, favorecer telecomunicaciones a través de cable sobre las inalámbricas, informar acerca de los riesgos para la población en general así como en los ámbitos de la salud y la enseñanza), crear un grupo de trabajo de científicos independientes para evaluar los riesgos en base al conocimiento científico actual, evitar que la influencia de los lobbies de la industria determine las decisiones de las instituciones europeas.

Con la llegada de la 5G, sus ventajas e inconvenientes, se prevé que se crearán entre 10 y 20 millones de nuevas conexiones. Los firmantes del llamamiento alertan de que con este incremento de fuentes de emisión "nadie va a poder evitar la exposición".

Instituciones europeas como el Parlamento Europeo(2009), el Consejo de Europa (2011) y el Comité Económico y Social Europeo (2015), han alertado sobre la aparición de personas con hipersensibilidad a los campos electromagnéticos y han solicitado en diversas ocasiones una "protección adecuada e igualdad de oportunidades" a las personas electrosensibles o "medidas especiales" que faciliten su acceso a los espacios públicos e incluso al interior de sus propios hogares.

Y si hay personas que han comenzado a sufrir daños quiere decir que los que aún no los tenemos también podemos unirnos a la lista muy a nuestro pesar. En fin, estas cosas son en las que pienso cuando salgo con la bici y llega el llano.