El Consejo Noruego para Refugiados (CNR) ha denunciado que más de 427.000 personas se han visto afectadas por las inundaciones de las últimas semanas en Somalia, lo que empeora todavía más la situación de una población que ya ha tenido que lidiar con un conflicto armado y con la sequía.
Somalia
"Nuestro personal sobre el terreno ha visto a ancianos, a mujeres y a niños luchando por sobrevivir en refugios endebles en los que el agua estancada les llega hasta las rodillas", ha relatado el director para Somalia del CNR, Victor Moses, en un comunicado.

"Lo peor es lo que está por llegar, es decir, incontables comunidades de desplazados que se están resguardando en zonas en las que habitualmente hay inundaciones con acceso limitado a baños y a agua limpia... es una verdadera bomba de relojería en lo que concierne a la expansión de brotes de cólera o malaria", ha alertado Moses.

Según la ONU, de los 427.000 afectados, casi 175.000 han tenido que dejar sus viviendas y sus refugios. El CNR ha estimado que, en todo el país, hay 1,5 millones de personas que necesitan un alojamiento.

El desastre ha provocado un agravamiento de la situación en Somalia, donde 1,3 millones de personas tuvieron que dejar sus hogares en 2017 debido a la sequía y al conflicto armado. Según el organismo, las previsiones meteorológicas apuntan a que las lluvias continuarán durante la próxima semana.

Las zonas más afectadas han sido las del sur del país. Entre aquellas en las que ha habido más damnificados están la ciudad de Baidoa, con 174.000; la de Beledweyne, con 122.000; la región de Jubalandia; con 165.000; y la zona en torno a la capital del país, Mogadiscio; con 54.000.

En Baidoa, el CRN se ha encontrado con una mujer que ha dado a luz durante las inundaciones. "Comencé a sentir las contracciones durante la tormenta, mi casa quedó inundada y tuvimos que buscar refugio en una comunidad vecina", ha relatado al organismo. "Nos vamos a quedar allí hasta que el nivel del agua baje", ha concluido.