La primera tormenta del 2018, bautizada Alberto, ya ha cobrado vidas y ha causado evacuaciones en EEUU, Cuba y México. No obstante, dicha tormenta tiene unas características que la diferencian de otras que normalmente se forman en la región.
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Ante todo, la temporada de tormentas comienza en junio y dura hasta finales de noviembre. Mientras tanto, en los demás meses del año las condiciones no son favorables para la formación de tormentas, ya que el agua del Atlántico es demasiado fría.

Por lo tanto, la formación de Alberto comenzó antes de lo normal. A lo largo de las observaciones meteorológicas era una ocurrencia bastante rara, pero en los últimos años se está haciendo más y más frecuente.

De hecho, casi la mitad de las tormentas 'prematuras' registradas desde 1950 tuvieron lugar en los últimos 10 años, señala el meteorólogo Philip Klotzbach, de la Universidad Estatal de Colorado, citado por la BBC.

Otro aspecto que diferencia a Alberto de las demás tormentas es el hecho de ser una tormenta subtropical. Al haberse formado en los 19.3° de latitud Norte, Alberto posee tanto los rasgos de las tormentas tropicales, como de las tormentas extra tropicales.

Según el Centro Nacional de Huracanes de EEUU, precisamente esta es la razón por la que la tormenta afectara a los tres países al mismo tiempo, ya que las tormentas subtropicales suelen tener un radio de vientos y lluvias mayor que el de tormentas tropicales.

De momento, sus vientos máximos sostenidos no superaron los 119 km/h, pero es algo que puede cambiar cuando pase por aguas más cálidas.

Alberto se formó el viernes pasado, 25 de mayo, y debido a ella se realizaron evacuaciones en Cuba y se declaró estado de emergencia en varios estados de EEUU. La tormenta generó fuertes vientos e inundaciones a causa de las fuertes precipitaciones. En algunas partes de EEUU se declaró una situación de emergencia.