Pese a que el exmandatario de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva se encuentra preso desde el 7 de abril, el Partido de los Trabajadores (PT) registrará oficialmente su candidatura el 15 de agosto. ¿Qué posibles escenarios se abren en la política brasileña a partir de ahora?

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© REUTERS / Rodolfo BuhreLuiz Inacio Lula da Silva, expresidente de Brasil.
El Tribunal Superior Electoral (TSE) tendrá hasta el 17 de septiembre para determinar la validez de las candidaturas a la Presidencia y los partidos podrán cambiar a sus candidatos como máximo hasta 20 días antes de la primera vuelta de los comicios, que tendrá lugar el 7 de octubre.

Lo más probable es que los jueces del TSE veten la candidatura de Lula, dado que la ley brasileña 'Ficha Limpa' hace inelegible por ocho años a personas con condenas en segunda instancia. Tal es el caso del líder de la izquierda, que fue condenado a 12 años y un mes de cárcel por delitos de corrupción.

El PT, sin embargo, presentará la candidatura de Lula al TSE como candidato apto a participar en las elecciones. Eso es posible gracias a que los requisitos para postularse solamente exigen certificados de antecedentes penales emitidos en el domicilio electoral del candidato. Es decir, Lula reside en Sao Bernardo do Campo -estado de Sao Paulo-, donde jamás ha sido condenado en segunda instancia. Las condenas al exmandatario fueron impuestas por jueces de Curitiba -estado de Paraná- y Porto Alegre -estado de Rio Grande do Sul-.

La defensa de Lula, además, se ajusta a la ley brasileña, según la cual ningún ciudadano está obligado a autoincriminarse o producir pruebas contra sí mismo. O sea, Lula no tiene la obligación de presentar documentos al TSE que revelen que se encuentra en la cárcel, aunque este hecho sea de dominio público.

De esa manera, serán sus adversarios en las urnas quienes deberán acreditar que Lula es inelegible y, consecuentemente, no puede ser candidato a las próximas presidenciales, detalló Folha de Sao Paulo.

Las probabilidades de que Lula siga como candidato hasta el final de la disputa presidencial son pequeñas e inclusos arriesgadas para el propio PT, que podría terminar sin un candidato en mitad de las elecciones.

Se espera que la Justicia Electoral de Brasil rechace la candidatura de Lula entre la primera y la segunda semana de septiembre. Los abogados defensores de Lula intentarán, sin embargo, garantizar que el expresidente siga el mayor tiempo posible como candidato de su partido, recurriendo a instancias superiores y evitando, de esa manera, que la Justicia Electoral impugne la candidatura.

En ese sentido, la estrategia sería ventajosa para el PT, pues aunque la candidatura de Lula esté pendiente de una resolución judicial, él podrá efectuar todos los actos relativos a la campaña electoral. Asimismo, podrá utilizar el espacio electoral gratuito en la radio y en la televisión y mantener su nombre en las urnas electrónicas, mientras esté bajo esa condición, explicó Carta Capital.

"Por su capacidad para atraer votos, la imagen del expresidente Lula es uno de los activos más importantes de las elecciones (...) Menos audio y vídeo de Lula significa menos influencia en el resultado (...) Y las encuestas electorales apuntan que él es el candidato que contaría con más posibilidades de vencer", consideró el periodista y politólogo brasileño Leonardo Sakamoto.

Pero... ¿podrá Lula participar en los espacios de propaganda electoral estando en la cárcel?

En principio, la Justicia Electoral no interfiere en la Justicia Criminal. La decisión acerca de la participación del expresidente en los espacios televisivos y radiofónicos destinados a la propaganda electoral es responsabilidad de Carolina Lebbos, la jueza responsable de la ejecución de la pena de Lula. Lebbos, sin embargo, ya rechazó en diversas ocasiones las solicitudes para que Lula pudiera conceder entrevistas y recibir a la prensa en la celda en la que está preso en Curitiba.

Aunque Lula no sea autorizado a participar en las grabaciones de su campaña, es probable que aun así aparezca en el espacio electoral, toda vez que preparó diversos materiales antes de su ingreso en prisión en abril.

Lula no participaría en los espacios de propaganda electoral como candidato si su candidatura es rechazada por el TSE antes del 31 de agosto, día en que las cadenas de televisión y radio empezarán a transmitir en todo el país los programas electorales de las formaciones políticas.

Sin embargo, incluso si el candidato a vicepresidente, Fernando Haddad, terminara asumiendo el puesto de candidato a presidente por el Partido de los Trabajadores, la ley electoral de Brasil determina que Lula podría ocupar hasta un 25% del tiempo de los programas televisivos del partido, como figura de 'apoyo'.

¿Qué puede hacer Lula si el TSE rechaza su candidatura?

Si la Justicia Electoral decide impugnar la candidatura, la defensa del expresidente podrá recurrir la decisión en las Supremas Cortes del país -Supremo Tribunal Federal y Tribunal Superior de Justicia- e intentar seguir en la disputa a través de una medida cautelar, bajo la condición de candidato 'sub iudice', hasta que esos tribunales juzguen el recurso de la defensa.

¿Y qué pasa si Lula logra seguir con su campaña?

En un escenario hipotético en que Lula siga con su campaña y pase a la segunda vuelta de las elecciones, y solamente entonces las Supremas Cortes decidan impugnar su candidatura, el PT ya no podrá sustituir a Lula por Haddad. En este caso participarían en el segundo turno el adversario de Lula y el candidato que quedó en tercer lugar en la primera vuelta.

Si el STF concediera la medida cautelar y Lula venciera en las elecciones, nada garantiza que él pueda asumir el poder. Si el expresidente no consigue revertir su condena en las instancias superiores, los votos serían anulados y habría que convocar nuevas elecciones.