(España) - ¿Qué interés puede tener una empresa como Coca-Cola en financiar asociaciones de profesionales de la salud y la nutrición? Pues sembrar dudas "científicas" que confundan de manera premeditada a la población sobre los impactos en nuestra salud del azúcar y determinados componentes de las bebidas de la marca de refrescos.
coca cola
El asunto no es nuevo, como conté hace tres años, Coca-Cola estaba haciendo campaña para desviar la atención sobre los daños a la salud que provoca el excesivo consumo de azúcar. Dicha asociación nadie la discute hoy pero el mayor productor de bebidas azucaradas estaba moldeando la ciencia a su gusto para desinformar a la población en interés propio.

Ahora sabemos que Coca-Cola ha entregado ocho millones de euros a decenas de organizaciones científicas y médicas españolas entre 2010 y 2017, según los datos de la propia compañía. Las que más dinero recibieron fueron la Fundación Iberoamericana de Nutrición (835.000 euros), la Fundación Española Del Corazón (640.000 euros) y la Fundación Española de Nutrición (567.000 euros). También aparece en la lista la Fundación SHE (363.000 euros), presidida por el prestigioso cardiólogo Valentín Fuster.

En efecto la casa publica, se supone que para seguir una política de transparencia, una lista de "Actividades de colaboración y de ayudas a la investigación".

Uno de los ejes centrales de la promo de las bebidas de la multinacional estadounidense es la hidratación.

Coca-Cola trata de influir en los líderes de opinión del ámbito de la sanidad y la alimentación para que asocien hidratarse con salud y con los refrescos de la casa (olvidando en la medida de lo posible lo absurdo de hidratarse con bebidas cargadas de azúcar).

El año pasado financió, por ejemplo, un curso sobre Hidratación en Barcelona en colaboración con la Academia Española de Nutrición y Ciencias de la Alimentación por valor de 18.000 euros. También desarrolló la Cátedra Internacional de Estudios Avanzados de Hidratación dentro de su "Campaña Hidratación" en colaboración con la Fundación Canaria Parque Científico Tecnológico de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. En ello empleó 45.000 euros.

Un tercer ejemplo, lo constituye el III Congreso Internacional y V Español de Hidratación, organizado por la Cátedra Internacional de Estudios Avanzados de Hidratación. Se celebró en Bilbao también en colaboración con la citada Fundación canaria y a ello de destinaron 120.000 euros.

Por cierto que en las bebidas de la compañía no es agua todo lo que reluce, también hay tóxicos. Los eventos tendentes a relacionar hidratación con los refrescos de Coca-Cola forman parte de una campaña sistemática, como viene a reconocer la marca. La subvención de programas desarrollados por universidades públicas es constante, así como la financiación de actividades de sociedades profesionales ligadas a la obesidad o la diabetes, enfermedades cuyo diagnóstico no para de crecer en los países occidentales entre otros motivos por el alto consumo de azúcar que realizamos mediante nuestra alimentación.

Esto es un hecho pero los científicos negacionistas del lobby de Coca-Cola dicen que no hay "evidencia científica" sobre la relación entre comer mucho, alimentarse de comida "rápida" y bebidas azucaradas y la obesidad o la diabetes tipo 2. La marca de bebidas ha pagado a científicos para que divulguen en conferencias, revistas médicas o medios de comunicación, que lo importante es ejercitarse restando importancia a lo que más importancia tiene, la ingesta enorme de calorías. Este lobby se llamó Red para el Balance Energético Global (GEBN).

Cada vez sabemos más sobre estas relaciones entre ciencia y grandes empresas. En España, por ejemplo, hemos publicado lo del Día del colesterol: Cómo se crea un "Día de..." de la nada, creado por el Instituto Flora, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) y la Fundación Española de Dietistas y Nutricionistas (FEDN). La Asociación Española de Pediatría (AEP) participa con su sello en la promoción de cereales de desayuno y otras comidas poco saludables de una conocida multinacional de la alimentación. La AEP, según El País, cobró 350.000 euros de Coca-Cola el año pasado.

Una investigación hecha por profesionales españoles y publicada por la revista de la Asociación Europea de Salud Pública, sostiene que estos estudios científicos financiados por Coca-Cola:
"Sirven a sus intereses comerciales y, en muchos casos, no concuerdan con los esfuerzos para mejorar la salud de la población".
El abuso de los productos azucarados está asociado con 133.000 muertes al año por diabetes, 45.000 por enfermedades cardiovasculares y otras 6.450 por diferentes tipos de cáncer.

Por cierto, que hace un par de días, el New York Times ha publicado una investigación que deja en evidencia a uno de los más renombrados doctores en cáncer de mama del mundo, el español José Baselga, director médico del Memorial Sloan Kettering Cancer Center.

Al parecer no divulgó que recibió millones de dólares en pagos de compañías farmacéuticas y de atención sanitaria médica en los últimos años, que ocultó sus lazos financieros en docenas de artículos de investigación en prestigiosas publicaciones como The New England Journal of Medicine y The Lancet, vaya.

Estas informaciones ponen de relieve la corrupción que se produce en la ciencia, por desgracia muy contaminada por los intereses comerciales que la usan como herramienta de marketing. Huelga escribir que necesitamos buena ciencia, independiente y que se haga con criterios sociales, que los intereses de la población guíen la investigación científica.